El bullying o acoso de cualquier tipo puede ser devastador para el bienestar y la vida de la víctima. El abuso físico, cara a cara o en persona, es aún un problema en escuelas, y varios investigadores explican que sus consecuencias a largo plazo pueden ser incluso peores que el impacto inmediato -hasta el punto en que pueden cambiar la personalidad y el comportamiento de la víctima.
Con la llegada de internet, el bullying, como la comunicación en general, mejoró sus capacidades: puede hacerse desde el confort de la propia casa y el objetivo puede ni siquiera conocer a su acosador. De todas formas, aunque los métodos cambien el resultado es igual de grave -de hecho, frecuentemente es incluso peor que el acoso en persona.
Hoy es el día internacional de concientización sobre el ciberacoso -Stop Cyberbullying Day- y haremos un repaso sobre sus formas de ataque, los efectos en la vida real de la víctima, y por qué los padres y cuidadores necesitan asegurarse de que sus hijos no sean el objetico de estas prácticas, al tiempo de ayudarlos a promover una cultura de respeto por los demás.
¿Qué es el cyberbullying?
De acuerdo al diccionario Merriam-Webster, el cyberbulling es “la publicación electrónica de mensajes malintencionados sobre una persona, a menudo enviados anónimamente”. Sin embargo, el ciberacoso puede tomar otras muchas formas y, como tal, implica el uso de tecnología moderna para acosar, maltratar y atacar a alguien.
Las víctimas reciben mensajes, mensajes de texto, publicaciones o comentarios groseros en sus teléfonos/ redes sociales /PC, que los avergüenzan y los hacen sentir mal. Este abuso puede ocurrir casi todo el día, con la víctima encontrando poco alivio del comportamiento agresivo, odioso y rencoroso de su torturador.
En resumen, es cada bit de contenido online usado para herir a otra persona. Sumado a eso, la forma de intimidación y su foco también puede variar y apuntar a la orientación sexual, la apariencia, la edad, la raza, el origen étnico, la religión, y más. En muchos países, el ciberacoso es un delito y sus autores pueden enfrentar varios años de cárcel.
Consecuencias del cyberbullying
El acoso online puede ser muy dañino, especialmente porque tiende a ser anónimo, y puede tener un gran alcance ya que los mensajes publicados online pueden ser leídos por cualquier persona. La persona atacada puede sentir que no hay escape, ya que puede sentir violadas su hogar y privacidad.
Esto tiene un tremendo efecto en la psiquis de la víctima, el estrés y el estado emocional pueden afectar sus patrones de sueño, su humor, sus hábitos alimenticios, así como devenir en ansiedad y depresión, que puede tener, a su vez, consecuencias indeseadas. Considerando frecuentemente los niños son el objetivo del ciberacoso, la preocupación está muy justificada.
Progreso para todos y todo -incluyendo el bullying
Los lugares para el acoso cibernético han evolucionado a lo largo de los años, y a medida que el ritmo de las innovaciones tecnológicas se acelera, permite espacios diferentes y variados para el acoso cibernético.
Podríamos considerar como los primeros casos de proto-cyberbullying, las llamadas por teléfono o mensaje de texto con mensajes malintencionados, que evolucionaron en algo similar en las plataformas online de mensajería. El primer caso real de cyberbullying que llamó la atención ocurrió en 2007 en los Estados Unidos, cuando Megan Meier, de 13 años, se suicidó luego de que sus vecinos crearan un perfil falso en la plataforma MySpace para acosarla.
Esa fue una señal de lo que vendría luego: tenemos smartphones y una gran cantidad de nuevas redes sociales y servicios de mensajería, creando más entornos para esos actos viles.
Debido a la prevalencia de las personas en las redes sociales, como Instagram, Snapchat, Discord, Reddit, Twitter y Facebook, cada vez estamos más expuestos a la amenaza del cyberbullying. Así como pasamos de los mensajes de texto en el teléfono celular, a los mensajes online, también cambiaron las formas de acoso; ahora fotos y videos son usados para maltratar, erosionado los espacios personales seguros y la privacidad de cada uno.
Tyler Clementi, un joven de 18 años de Nueva Jersey, Estados Unidos, se suicidó después de que su compañero de cuarto usara una cámara web para filmar a Clementi besando a otro hombre, e instara a los compañeros de salón y a las personas en Twitter a ver su cámara web.
Y la lista, lamentablemente, continúa. De hecho, un estudio de 2018 halló que las victimas más jóvenes de cyberbullying tienen el doble de posibilidades de intentar suicidarse o autolesionarse que los compañeros que no han sido víctimas.
Cualquiera puede ser una víctima, y puede tomar muchas formas
¿Recuerdas cuando la gente se asustaba de que extraños miraran sus casas / habitaciones en las películas? Los llamados "peeping Toms" todavía existen, pero también lo hacen otras formas de acecho o espionaje. El acoso digital o en línea aumentó en los últimos años, gracias a las redes sociales y los hábitos constantes de publicación de las personas y el intercambio profuso de detalles de sus vidas.
Según un estudio de 2013, hasta el 80% de los adolescentes que usan las redes sociales comparten información como su ubicación, imágenes e información de contacto en línea. A menos que tengan un perfil privado y conozcan todas sus conexiones, los niños pueden ser rastreados fácilmente por cualquier persona en línea.
¿Estás contento con tus momentos destacados de fin de año de Spotify, Steam y tal vez PlayStation, por lo que los publicas en un servidor de Discord con tu nombre de usuario en la imagen? Si un actor malicioso ve eso, puede comenzar a enviar mensajes amenazantes o acosadores o tal vez incluso intentar robar su cuenta. El doxing es común en línea y puede tener consecuencias duraderas para su salud mental y privacidad.
Flaming es otro método de intimidación en línea, donde los trolls (provocadores) discuten agresivamente con el objetivo final de lastimar a la otra persona. En Reddit, por ejemplo, estas personas a veces recorren todo el historial de las publicaciones de un usuario y tratan de discutir sus puntos menospreciándolos o atacándolos por lo que hayan publicado antes en subreddits específicos.
El sexting (envío de contenido de naturaleza sexual), es otro modo que puede terminar siendo utilizado como chantaje o convertirse en pornografía infantil.
Por último, las redadas de odio son otra forma de acoso cibernético que a veces es difícil de rastrear, ya que puede utilizar bots para cometerlo. Estas son situaciones en las que varios usuarios se unen a un servidor de Discord o siguen a un streamer de Twitch, por ejemplo, y luego envían spam al chat con mensajes de odio, evitando que el streamer o los usuarios tengan discusiones normales.
Tolerancia cero en la escuela o en línea
Como lo demuestra el desarrollo de leyes dirigidas al acoso y la intimidación en línea, hay, y siempre debería haber, tolerancia cero para tal comportamiento.
¿Qué se puede hacer? Los padres deben ser más comprensivos y tratar de hablar más con sus hijos si notan algún signo de incomodidad o cambios en su comportamiento. Después de esto, deben tratar de reunir la mayor cantidad de evidencia posible e informar cualquier incidente de acoso cibernético a los administradores de la plataforma, los administradores de la escuela (si es necesario) y la policía. Además, considere la ayuda médica profesional para las personas afectadas por el acoso cibernético, ya que puede tener efectos mentales duraderos.
Si usted es padre, tutor o educador, o usted mismo es víctima de acoso cibernético, considere leer los siguientes artículos:
Ciberbullying: consideraciones para trabajar el tema en clase
Ciberacoso: ¿cómo se diferencia del acoso cara a cara?
Ciberbullying: los adultos también pueden ser víctimas
Para obtener más información sobre los peligros online que enfrentan los niños, así como sobre cómo la tecnología puede ayudar, puede visitar la plataforma digipadres.com