Cada vez vivimos más parte de nuestras vidas en el mundo digital. Esto significa: iniciar sesión en las plataformas de redes sociales para socializar con amigos; comunicarse por correo electrónico, utilizando motores de búsqueda, aplicaciones de mensajería y herramientas de videoconferencia; y consumir contenido a través de servicios de streaming. Sin embargo, cada servicio con la que interactúas quiere una parte de ti. Solicitan información como inicios de sesión, detalles de contacto, ubicación e incluso historial de navegación para mantener tus cuentas seguras, ofrecer experiencias más personalizadas y monetizar su relación contigo.
Una acción inteligente sería limitar el volumen de información que publicas en Internet y que compartes con estas organizaciones, para de esta manera mitigar los riesgos de seguridad y privacidad.
El problema de compartir mucha información
Cuanto más sean los sitios y aplicaciones con los que compartas información personal y de tu cuenta, más posibilidades tendrás de que tus datos terminen siendo expuestos, tanto si una de esas compañías se ve comprometida o si los cibercriminales te atacan directamente. También hay más probabilidades de que la información de tu navegación y otros datos se compartan con anunciantes externos y terceras partes.
Y, por supuesto, si estás publicando contenido en las redes sociales, puedes estar invitando a todo el mundo a observar las minucias de tu vida diaria. Esto no solo pone en riesgo tu propia seguridad y privacidad. Si estás utilizando un dispositivo de trabajo o compartiendo involuntariamente información corporativa, también puede representar una amenaza para tu empleador, lo que aumenta aún más el alcance de los riesgos.
Incluso algo bastante inocuo como el nombre de tu mascota o el cargo que ocupas podrían ser utilizados por los cibercriminales para tratar de abrir cuentas en línea y/o personalizar los ataques de phishing para obtener información aún más confidencial.
Restringir lo que publicas y compartes en línea tiene sentido en un mundo digital cada vez más poblado por cibercriminales y estafadores. Pero con tanta información distribuida en potencialmente tantos sitios web, cuentas y dispositivos, puede ser difícil saber por dónde empezar.
Aquí están nuestras recomendaciones para comenzar:
10 maneras de reducir tu huella digital
- Descargar menos aplicaciones
Las aplicaciones móviles a menudo requieren que los usuarios ingresen una cantidad significativa de información personal y/o financiera para funcionar según lo previsto. También pueden rastrear la ubicación, la actividad de navegación y otra información que luego se comparte con terceros. Es lógico pensar que cuanto menos sean las aplicaciones en las que te hayas registrado, menos expuesta estará tu información.
Tu impulso natural no debería ser descargar primero y hacer preguntas después, sino todo lo contrario. Realiza tu propia investigación antes de decidir si se trata de algo que realmente necesitas.
Por ende, no hace falta aclarar que recomendamos "limpiar" regularmente tus dispositivos para eliminar cualquier aplicación que no se haya utilizado en mucho tiempo. Mientras lo haces, comprueba los permisos de las aplicaciones que decidas conservar.
- Configurar menos cuentas en línea y limpiar las existentes
Las empresas no solo quieren tu atención. Quieren tu lealtad. Es por eso que muchos te presionarán para configurar cuentas y que compartas información que luego monetizarán. Este podría ser el caso de una tienda online o hasta de un portal de noticias. Resiste la tentación de hacerlo, incluso si eso significa que el pago y las credenciales de inicio no se guardarán en el navegador y necesitarás colocarlos manualmente la próxima vez que ingreses. Volver a cargar esta información es un pequeño paso extra que representa, a menudo, el precio que pagamos por una mayor privacidad y seguridad.
Si a lo largo de los años has configurado cuentas para acceder a aplicaciones o servicios que realmente ya no necesita ni utilizas, ciérralas.
- Ten especial cuidado de no compartir datos confidenciales
A veces compartir información es inevitable para obtener los bienes o servicios que necesitamos. Pero es importante tener en cuenta qué información estamos entregando. A menos que sea estrictamente necesario, no compartas cosas como números de teléfono, direcciones de correo electrónico y domicilio, detalles financieros u otra información personal identificable, que tienen una gran demanda en la clandestinidad del delito cibernético. Los correos electrónicos y los números de teléfono se pueden usar, por ejemplo, para enviar spam a los destinatarios con mensajes de phishing. Para reducir aún más el riesgo, utiliza cuentas de invitado cuando hagas compras en línea.
- Piénsalo dos veces antes de compartir algo en las redes sociales
Las redes sociales son como un megáfono digital. Para muchos de nosotros, el contenido que compartimos recibirá likes, será compartido y prácticamente imposible de eliminar una vez que esté en el dominio digital. Por lo tanto, es importante considerar primero cómo ese contenido puede ser recibido por otros, incluyendo a posibles empleadores, y si contiene información confidencial sobre tu trabajo y vida personal. También considera limitar la visibilidad tu perfil a tus amigos/contactos en línea, y no agregar a nadie que no conozcas en la vida real. Revisa las preferencias de privacidad y ten en cuenta que cualquier contacto no solicitado puede ser fraudulento.
Lecturas recomendadas:
Cómo configurar la privacidad y seguridad en Facebook
Privacidad y seguridad en Instagram: cómo configurarlas
Cómo configurar la privacidad y seguridad en Telegram
- Ejercer el derecho al olvido o el derecho de supresión
Para muchas personas en distintas partes del mundo existe lo que se conoce como derecho al olvido y el derecho a la supresión, que permiten a las personas solicitar que cierta información sea borrada de Internet. Busca tu nombre en Internet para ver qué encuentras y contacta directamente a los propietarios del sitio web para solicitar la eliminación. Luego, comunícate con los motores de búsqueda como Google para hacer lo mismo.
- Mantén tu ubicación en secreto
Una de las formas más intrusivas de capturar datos es la que rastrea tu ubicación. A partir de ella, terceros pueden reconstruir una imagen altamente precisa de tus movimientos y hábitos diarios. Eso no solo pone en riesgo tu privacidad digital, sino que también puede poner en peligro la seguridad física. Asegúrate de evitar que las aplicaciones rastreen tu ubicación.
- No completes cualquier encuestas en línea
Internet está repleta de concursos y ofertas de premios, a menudo a cambio de completar una encuesta o realizar una acción similar. Algunas son campañas de marketing que buscan construir listas de contactos. Otras pueden ser esfuerzos francamente criminales diseñados para robar tu información personal para su uso en campañas de phishing y/o para vender en la dark web.
- Ser despiadado con los newsletters
Las empresas suelen enviar newsletters (boletines digitales). Creen que utilizarlos les permite comunicarse directamente con sus clientes y ofrecerles contenido y promociones personalizadas. Pero para muchos de nosotros, estos correos no hacen más que obstruir nuestra bandeja de entrada, así que resiste a la tentación de suscribirte. Si lo crees necesario, puede ser una buena idea utilizar una dirección de correo electrónico dedicada para estos fines o una cuenta de correo electrónico desechable, especialmente si te estás registrando para algo que solo planeas usar una vez.
- Desactivar cookies de terceros
Las cookies son pequeños archivos que se descargan en tu PC o dispositivo cuando visitas un sitio web. Son utilizados por los propietarios del sitio para perfilar quién está visitando su sitio y para guardar sus preferencias para futuras visitas. Si bien esto puede mejorar la experiencia de navegación, muchos de nosotros preferiríamos no compartir este tipo de información, que podría incluir nombres de usuario y contraseñas. La próxima vez que visites un sitio, considera rechazar las cookies. También puedes deshabilitar el seguimiento de terceros yendo a la configuración de privacidad de tu navegador.
- Limitar el número de dispositivos que utilizas
Finalmente, considera cuántos dispositivos y PC tienes utilizar activamente. Cada uno de ellos contiene datos que podrían llegar a quedar expuestos si el dispositivo se pierde o es robado. ¿Realmente necesitas comprar esa nueva tableta? Si la respuesta sigue siendo "sí", ¿necesitas sincronizar todos tus datos personales con ella?
En resúmen
Minimizar la exposición de datos es una de las prácticas que buscan seguir las organizaciones con las que interactuamos a diario, ya que de esta manera reducen su exposición al riesgo regulatorio. Pero también es una práctica que se recomienda seguir a las personas para mejorar su seguridad y privacidad mientras navegan por las traicioneras aguas de Internet.