Cuando hablamos de cibercrimen y niños/as, usualmente es en el contexto de proteger a las personas más jóvenes de los peligros en línea. Eso podría significar, por ejemplo, la necesidad de que los dispositivos de nuestros hijos o hijas tengan instalado un software de control parental para que no accedan a contenido peligroso o inapropiado. Lo mismo aplica para asegurarse de que tienen una solución antimalware instalada y que la configuración de privacidad está correctamente configurada.
Pero, ¿y si el “malo” de la película resulta ser un niño o una niña? Es más común de lo que se podría pensar. Incluso porque, a una edad temprana, no se dan cuenta de que algunas de las actividades de “black hat” que realizan pueden ser ilegales (en contraposición a las de “sombrero blanco”, también conocidas como el hacking ético”).
La buena noticia es que, incluso si sospechas que tus propios hijos/as pueden estar utilizando sus habilidades tecnológicas para fines maliciosos, no es demasiado tarde para guiarlos por el camino correcto. Existen muchas alternativas para canalizar el conocimiento cibernético en estas edades que incluso podrían despertar el interés en el futuro por iniciar una carrera en la ciberseguridad.
Cuando la piratería informática es un juego de niños
Si bien todo esto puede sonar como la trama de una película de Hollywood, esta es la realidad cotidiana. De hecho, las personas en edad escolar con habilidades de hacking son cada vez más comunes a medida que las herramientas y técnicas para cometer delitos cibernéticos se vuelven más baratas y el acceso a ellas es más sencillo. Algunos niños y niñas han mostrado una comprensión asombrosa de la tecnología y las técnicas utilizadas en sus ataques, mientras que otros simplemente puede que solo sean curiosos que intentan ver hasta dónde pueden llegar.
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La Agencia Nacional del Crimen de Reino Unido (NCA) dijo que datos de la Unidad Nacional de Delitos Cibernéticos (NCCU, por sus siglas en inglés) mostraron que de 2019 a 2020 hubo un aumento del 107% en los informes policiales que involucraban a estudiantes que habían desplegado ataques DDoS. La edad media de acuerdo a la NCCU es de 15 años. Por otra parte, un informe reciente de la NCA reveló que niños de tan solo 9 años han sido sorprendidos lanzado ataques DDoS. Sin embargo, los casos de niños o niñas involucrados en delitos cibernéticos no se limitan solo a los ataques DDoS.
Por ejemplo:
- La estudiante londinense Betsy Davies tenía solo 7 años cuando demostró en solo 10 minutos cómo comprometer la computadora de un extraño a través de una red Wi-Fi pública insegura. ¿Cómo lo hizo? Buscando en línea una guía de cómo hacerlo. En ese momento, YouTube proporcionó 14.000 videos tutoriales de cómo hacerlo.
- Elliott Gunton tenía 16 años cuando atacó el ISP británico TalkTalk en un caso que resultó en el compromiso de más de 150.000 cuentas de clientes. Más tarde fue encarcelado por distintos delitos cibernéticos y ha sido acusado de delitos aún más graves en los Estados Unidos.
- Un estudiante australiano de 16 años irrumpió en los sistemas internos de Apple varias veces, obteniendo 90GB de archivos privados y accediendo a las cuentas de los clientes en el proceso. El abogado del joven dijo que el adolescente lo hizo porque admiraba a Apple y soñaba con conseguir un trabajo en la empresa.
¿Cuáles son las señales de advertencia?
Los padres y madres se ponen ansiosos por la mayoría de las cosas. Pero cuando se trata de una posible actividad de hacking ilegal, es posible que tengan razón al mantenerse alerta frente a cualquier cambio en el comportamiento de su hijo. Un importante estudio de 2019 de la Universidad Estatal de Michigan (MSU) destacó algunos de los rasgos clave asociados con el delito cibernético juvenil. Estos incluyen:
- Bajo autocontrol
- Asociaciones de compañeros- Es decir, conocer a otras personas que también realizan actividades de hacking (principalmente las niñas)
- Tiempo dedicado a ver la televisión o jugar videojuegos (principalmente los niños)
- Oportunidad – Es decir, tener su propia computadora en una habitación privada, con una supervisión parental mínima
- Tener acceso a un teléfono móvil desde una edad temprana
- Participar en actividades de piratería
¿Cómo saber que algo va mal?
Existen algunas señales de que la actividad en línea de tus hijos/as puede haberse salido de control. Por ejemplo, si hacen referencia a asuntos privados que sugieren que pueden haber estado leyendo tus correos electrónicos/mensajes o que hacen todo lo posible para proteger su propia privacidad y se niegan a compartir sus inicios de sesión.
Por supuesto, esto podría no indiciar nada más que simplemente niños siendo niños. De hecho, un temprano interés en algunos tipos de software, tales como herramientas de pruebas de penetración, en realidad podría ser más que bienvenido.
Pero como explica Thomas Holt, autor principal del informe de la MSU, sin supervisión, los juegos inocuos pueden escalar. ¿A dónde podría llegar? Según la NCA, cualquier cosa desde una advertencia oficial, hasta una multa, arresto e incluso encarcelamiento en el caso de los delitos más graves.
Hacia resultados más positivos
El software de control parental descargado en los dispositivos de tus hijos/as puede ayudar a detectar señales de alerta temprana, como actividades de piratería, intentos de acceder a sitios de ciberdelincuencia específicos, foros de piratería y otras páginas turbias que existen en Internet. Pero también es importante decir que, si ya han alcanzado un nivel de conocimiento de la tecnología muy alto, es probable que sean capaces de ocultar cualquier tipo de actividad.
Esto hace que sea más importante que nunca tratar de canalizar sus habilidades hacia un lado positivo. Afortunadamente, hay varios caminos a seguir. Algunos gobiernos tienen programas de ciberseguridad para que los y las estudiantes en edad escolar prueben, perfeccionen y desarrollen sus habilidades. La progresión natural desde aquí sería hacia una carrera completa en ciberseguridad. Una industria que desde hace un tiempo se enfrenta al desafío de no poder satisfacer la demanda de talento capacitado para ocupar puestos de trabajo, lo cual significa que las personas que trabajan en esta industria es posible que obtengan un alto salario inicial y pueden esperar una carrera larga y gratificante.
También existen diversos concursos de hacking ético disponibles para el público lanzados por gobiernos o empresas donde todos los interesados pueden poner a prueba sus habilidades contra los mejores del mundo y, potencialmente, mostrar su talento a los posibles empleadores.
Sin embargo, lo más importante es mantener abiertas las líneas de comunicación. Interésate por las aficiones de tus hijos/as. Y si te preocupa que puedan estar desviándose hacia actividades que podrían tener consecuencias peligrosas, recuérdales los riesgos de hacerlo para reencausarlos hacia oportunidades más positivas y legales.
Hay algunos artículos útiles de la NCA para compartir con tus hijos aquí y aquí.