Dependiendo con quién uno hable, el cambio climático a veces puede ser un tema polémico, pero incluso los escépticos deberían aceptar que no tiene mucho sentido desperdiciar la energía. No, esto no será un sermón sobre la inaceptable cantidad de energía consumida por la minería de criptomonedas, lo guardaremos para otro día.
Ya sea que esté en la oficina o trabajando desde su casa, muchos de nosotros tenemos la costumbre de invocar el modo suspensión o reposo en nuestras computadoras portátiles y otros dispositivos. Lo hacemos por la comodidad de poder iniciar rápidamente el dispositivo y volver al trabajo sin necesidad de reiniciar el sistema operativo. La computadora portátil luego se desconecta del monitor —en caso de utilizar un segundo monitor—, se coloca en la mochila, y está lista para el viaje a casa o para ser guardada en la habitación contigua en el caso de los trabajadores remotos. El monitor permanece in situ y, a menudo, se deja para que se ponga solo “a dormir”, sin canciones de cuna, sin buenas noches, nada… simplemente lo dejamos.
Bajo el modo de alimentación en reposo un monitor normalmente consume alrededor de 0.5 W, 4 kWh por año. Esto, por supuesto, difiere según el tipo de dispositivo, el fabricante, la antigüedad del dispositivo y otras variables. Cuanto más antiguo sea el dispositivo, más potencia utilizará, ya que probablemente no haya necesitado cumplir con las regulaciones actuales, como la Directiva de Diseño Ecológico en la Unión Europea.
Podemos tomar el equipamiento que tengo en la oficina en casa como el “típico”: una impresora, monitor, computadora portátil, cargador de teléfono, una red satelital mesh, y un conector múltiple (zapatilla en algunos países) para varios enchufes con protector de tensión que muestra una luz cuando está operativo. Aparte de la central de la red satelital mesh, todos estos dispositivos podrían, en teoría, desconectarse cuando salgo de mi espacio de trabajo por el día.
Mi esposa tiene una configuración similar en su oficina en casa, duplicando la cantidad de monitores, computadoras portátiles, cargadores de teléfonos y una estación de acoplamiento. Estoy seguro de que nuestro número de dispositivos representa en mayor o en menor medida la configuración de la mayoría de las estaciones de trabajo de las personas, ya sea en una oficina o en un espacio de trabajo remoto. Supongamos que aproximadamente son cuatro los dispositivos que permanecen conectados, en modo de reposo, en cada espacio de trabajo.
Para mí, un trabajador remoto con sede en California, el costo de la energía durante las horas no pico puede ser tan bajo como 28 centavos por kWh, lo que significa que la persona promedio está gastando potencialmente más de US$4 por año por dejar los dispositivos enchufados por comodidad.
Pero bien, es posible que esté leyendo esto y piense que esa suma no es mucho dinero en efectivo, y estoy de acuerdo. No obstante, hay 14.000 personas en la pequeña ciudad en la que vivo, y si calculamos que el 30% de ellos tiene una configuración similar debido al trabajo remoto o simplemente a un espacio de trabajo familiar, entonces 4.200 personas están gastando US$16,800 que podrían ahorrarse. Si luego calculamos esto para el “Bay Area” con una población de poco menos de ocho millones, los números comienzan a ser significativos en 2.4 millones de estaciones de trabajo que representan un costo de US$9.6m por año por utilizar el modo en reposo. Pero esto realmente no se trata del dinero, ¿cierto?
El costo real es la huella de carbono, debido al uso innecesario de energía. Los cuatro dispositivos a 4kWh, asumiendo que el 30% de las personas tienen un espacio de trabajo ya sea en casa o en una oficina y dejan todo en reposo, generan entonces 38,4 millones de kWh que se están utilizando sin ningún propósito útil. Esto crea una huella de carbono que permite una combinación energética típica de 15 toneladas de emisiones de CO2 por año. Estamos seguros de que usted puede hacer los cálculos sobre lo que esto significa para todo un país, continente o incluso a nivel mundial y comprender que: esto es realmente muy significativo.
Por lo tanto, a medida que se prepara para despedirse por unos días de su espacio de trabajo, ya sea en casa o en una oficina, con la intención de regresar después de la temporada navideña o de unas vacaciones, desenchufe los dispositivos de la corriente: ¡Es más rentable y mejor para el medioambiente!
¡Felices fiestas!