Las estafas telefónicas apuntando a clientes de bancos han estado muy activas en el último tiempo. Suplantando la identidad de organismos como la ANSES o el Ministerio de Desarrollo Social, los estafadores han utilizado la excusa del COVID-19 y la entrega de ayudas económicas para engañar a las personas y robar las claves de acceso a sus cuentas bancarias. También han utilizado las redes sociales para suplantar a entidades financieras y llegar al mismo objetivo final. Las víctimas de muchos de estos ataques no solo perdieron el dinero de sus cuentas, sino que en varios casos los estafadores, una vez que se hicieron con las claves de acceso, han sacado préstamos que luego las víctimas han tenido que pagar en cuotas.
Si bien esta modalidad no es para nada nueva, la necesidad de quedarse en casa en el último tiempo provocó un mayor uso de canales digitales, tanto del lado de los usuarios como de los bancos. Esta realidad desafío a los bancos —y a muchos otros sectores— tanto en su operación interna con el teletrabajo y los desafíos de seguridad que esta modalidad supone, como también para permitir que los clientes puedan operar de manera segura y que no sean víctimas del oportunismo de los cibercriminales que han intentado explotar el contexto de esta mayor digitalización.
Todo esto y más lo exploramos en el tercer episodio de Conexión Segura en diálogo con Martina López, Security Researcher de ESET.
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