El Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos registró el récord de 791,790 denuncias por delitos cibernéticos en 2020 que fueron responsables de más de 4,200 millones de dólares en pérdidas, asegura la edición 2020 del informe Internet Crime Report (ICR) que realiza el FBI. En comparación con 2019, el número de denuncias presentadas por víctimas de diversos tipos de delitos cibernéticos aumentó en 69%. Este fenómeno no ocurrió solo en Estados Unidos, sino que en varios países sucedió algo similar el último año.
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Como era esperable, el año pasado estuvo plagado de estafas que buscaban explotar diversos aspectos vinculados a la pandemia del COVID-19, lo que provocó que el Centro de Denuncias de Delitos por Internet (IC3) del FBI recibiera más de 28.500 denuncias. La mayoría de los casos giraron en torno a paquetes de ayuda económica y fondos de estímulo en el marco de la pandemia, y muchas de las víctimas informaron que no se enteraron de que los estafadores habían utilizado su identidad para el envío de solicitudes para recibir estos seguros de desempleo hasta que ellos mismos presentaron su solicitud.
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Una vez que los gobiernos comenzaron a implementar programas de vacunación contra el COVID-19, muchos ciberdelincuentes cambiaron de marcha y comenzaron a circular varias estafas vinculadas con la vacuna, incluidos anuncios fraudulentos que ofrecían la oportunidad de comprar las vacunas.
La estafa conocida como Business Email Compromise (BEC) una vez más sigue siendo el tipo de fraude más costoso en la lista del FBI; sin embargo, el número de víctimas en realidad disminuyó y pasó de casi 24.000 en 2019 a unas 19.000 el año pasado. A lo largo de los años, las tácticas de fraude también han evolucionado. Los ciberdelincuentes utilizan varios modelos de estafas, como la extorsión, la estafa del soporte técnico o estafas románticas para engañar a las víctimas para que compartan información personal y sobre su identidad, la cual utilizaron los criminales para abrir cuentas bancarias y recibir fondos robados que se cambiaron por criptomonedas.
El fraude de soporte técnico se está convirtiendo en un problema cada vez más mayor, generando pérdidas que superan los 146 millones de dólares, una cifra que representa un aumento interanual del 171%. Los estafadores suelen intentar engañar a sus víctimas ofreciéndoles resolver un supuesto problema técnico que en realidad no existe, como la expiración de una licencia de software, o advirtiéndoles que su correo electrónico o cuentas bancarias han sido "comprometidas".
Recientemente, los estafadores también se han hecho pasar por personal de atención al cliente de instituciones financieras, empresas de servicios públicos e incluso de Exchange de criptomonedas. Las personas de mayor edad se ven afectados de manera desproporcionada por el fraude de soporte técnico, y las víctimas mayores de 60 años representan al menos el 66% de todas las víctimas y experimentan más del 80% de las pérdidas.
Mientras tanto, las pérdidas derivadas del ransomware se triplicaron con creces en comparación con 2019, alcanzando los 29,1 millones de dólares. Esta es una tendencia preocupante si consideramos que las pérdidas en 2019 (equivalentes a los 9 millones de dólares) representaron el triple de las que ocurrieron en 2018. Y si bien el número de víctimas que informaron incidentes de ransomware también aumentó, el crecimiento según el registro de IC3 parece ser mucho más lineal, con solo 427 denuncia más que el año anterior.
El phishing, las estafas por falta de pago o entrega y la extorsión siguen siendo, víctimas por segundo año consecutivo, los tres delitos más denunciados. Sin embargo, vale la pena destacar que el número de denuncias por cada delito casi se ha duplicado en comparación con 2019.
Para terminar con una nota más positiva, el Equipo de Recuperación de Activos (RAT) del FBI pudo recuperar más de 380 millones de dólares perdidos en varios esquemas de fraude. El RAT atendió 1.303 incidentes que provocaron pérdidas superiores a los 462 millones de dólares, logrando una tasa de éxito del 82%.
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