Todos hemos escuchado a alguien decir que nuestros teléfonos podrían estar escuchando nuestras conversaciones cotidianas para luego bombardearnos con publicidad relacionada a temas o marcas de las que hemos hablado. Sin embargo, ¿hay algo de verdad en el asunto? ¿Alguna vez has probado esta teoría y hablado con amigos sobre un producto muy específico para luego esperar pacientemente si aparecía un anuncio de ese particular producto que mencionaste en el feeds de alguna red social? Si nunca apareció un anuncio, posiblemente hayas olvidado la prueba. Sin embargo, si hubiese aparecido, probablemente habrías pensado que tu teléfono ha estado escuchando cada palabra y ahora está invadiendo tu privacidad.

Se ha debatido mucho acerca de si las apps de las redes sociales son capaces de escuchar y muchas personas incluso han notado que aparecen anuncios de productos muy poco comunes en sus feeds después de hablar de ellos en una conversación cotidiana. Sin embargo, esto sería ilegal en la mayoría de los países si el usuario no es plenamente consciente de ello, y sobre todo más difícil de llevar a cabo para las empresas.

Entonces, decidí averiguar qué piensan los usuarios de Twitter sobre el tema y creé una encuesta preguntando si las personas piensan que sus teléfonos o aplicaciones los están escuchando. Recibí 234 votos, y el 80% de las personas afirman que sus teléfonos los están escuchando. Este es un resultado muy interesante, especialmente cuando la mayoría de mis seguidores y retweets provenían de usuarios que forman parte de la comunidad InfoSec.

Tomemos un momento para pensar si son capaces de escuchar. Primero, dejemos a un lado la idea de que sería un escándalo. De hecho, si alguna vez sale a la luz, los servicios en línea involucrados en esto serían demandados por cifras tan grandes que posiblemente quedarían fuera del negocio y nunca más los volveríamos a ver.

Los números

Analicemos el gran volumen de datos necesarios para escuchar nuestras conversaciones. Al grabar audio, una conversación promedio podría llegar a consumir alrededor de 115 megabytes por hora (resolución de 15 bits, en mono, calculada aquí). Por lo tanto, para un día normal, digamos que estamos despiertos durante aproximadamente 15 horas en promedio (sin considerar su sueño hablando y sus pensamientos internos, ¡aunque eso sería interesante!).

Sin embargo, no todos hablamos todo el día, así que consideremos solo una cuarta parte de eso. Ahora estamos viendo alrededor de 430 megabytes de audio por día por persona. Hay 800 millones de personas en Instagram, por lo que, si grabaran las conversaciones de cada uno de nosotros en Instagram tendrían que almacenar alrededor de 344 petabytes (1015 bytes) de datos por día. Para poner esto en perspectiva, de acuerdo al ritmo en el que vivimos en la actualidad se crean alrededor de 2.500 petabytes (o 2.5 exabytes; 1018 bytes) de datos cada día en todo el mundo. Teniendo en cuenta esto, ¿podrían las plataformas sociales realmente procesar tal cantidad de datos por día incluso si estuvieran comprimidos?

La teoría más probable es que las redes sociales realmente no serían capaces de manejar esta cantidad de datos que se vierten cada día, y mucho menos examinarlos y hacer uso de ellos. Es mucho más fácil analizar los datos de las personas de otras maneras y perfilarlos a partir de datos que ya están en línea. Tal creación de perfil incluye: edad (ya sea desde la fecha de nacimiento que ingresó o mediante un software que adivine la edad), sexo, análisis de fotos para determinar intereses, leer subtítulos y hashtags en las publicaciones y “me gusta” que ha dado, incluso cantidad de tiempo que pasas en publicaciones con las que de otra manera no interactuarías.

Los algoritmos de las redes sociales pueden determinar si eres soltero, trabajas, tienes hijos, tienes una mascota, eres dueño de un automóvil, cuál es tu estilo de ropa, tus pasatiempos, intereses futuros ..., la lista es prácticamente interminable. Incluso pueden hacer una suposición sobre cuál será la próxima compra incluso antes de que la persona lo haya pensado.

La teoría que rodea la escucha en las redes sociales sugiere que si el usuario no desea que monitoreen sus conversaciones debe apagar el micrófono en la aplicación. Es posible que hayas notado que, en Instagram, cuando apagas el micrófono no puedes publicar Historias. Este no sería el fin del mundo para mí, así que decidí probarlo.

Prueba: parte 1

Para intentar atraer algunos anuncios interesantes y que la prueba sea seria, dejé el micrófono de mi teléfono encendido durante 2 semanas y tuve conversaciones claras muy aleatorias (e hilarantes) sobre 3 temas aleatorios de los que no había hablado antes:

  • Cómo es que ahora soy vegano;
  • Que deseo comprar unos tacones altos;
  • Y que estoy pensando en construir una piscina en mi jardín.

Estos son los anuncios que realmente recibí en Instagram:

  • Gafas de snowboard;
  • Zapatos impermeables;
  • Una patineta eléctrica;
  • Medicina para la tos;
  • Ginebra;
  • Coches VW

No recibí nada relacionado con comida vegana, con tacones altos o acerca de cómo construir una piscina en mi jardín.

Ok, no había visto anuncios relacionados a algo de lo que había hablado, pero todavía estaba interesado en los anuncios que recibo. No hace falta ser un genio para darse cuenta de que estoy interesado en los productos anteriores y que es probable que en algún momento los compre. Desde mi cuenta de Instagram notará con facilidad que tengo más de 30 años, que estoy casado, que soy un hombre de familia, que me gusta estar al aire libre y en particular los deportes extremos.

Pero aquí está la parte interesante. ¿He hablado sobre algo relacionado con la lista anterior recientemente? Tal vez haya una buena razón para que cada uno esté allí, así que aquí está mi teoría para explicar la aparición de cada anuncio:

Gafas de snowboard: he mencionado a varias personas que pronto iré a hacer snowboard, pero ¿están escuchando las aplicaciones? No. Sigo a varias compañías de snowboard y regularmente me gustan sus publicaciones. Además, corría el mes de diciembre cuando decidí escribir este artículo, por lo que es temporada alta en el hemisferio norte (Instagram también sabe eso de mí, por los datos de ubicación de mi teléfono y por la información de dirección en mi perfil) para los deportes de invierno.

Medicamentos para la tos: realicé esta prueba en diciembre de 2019 y sí, estaba tosiendo un poco, pero conocía a más personas con resfriados que no estaban con tos en ese momento, así que de nuevo: era temporada alta para anunciar medicamentos para la tos. Además, incluso hubo anuncios de tos en la televisión en ese momento, pero no creo que los anuncios de televisión estén dirigidos a nosotros según nuestra actividad en línea. Al menos no todavía.

Autos VW: Tengo 38 años con una familia joven y me gusta el aire libre. Me ajusto al perfil de alguien a quien le gustaría un automóvil VW.

Prueba: parte 2

Luego, apagué mi micrófono durante 2 semanas en Instagram y recibí anuncios de:

  • Cerveza HopHouse;
  • Bolsos de snowboard;
  • Tablas de quesos del supermercado Morrisons;
  • Calzado Nike;
  • Chocolate Cadbury.

Bolsos de snowboard son similares a los que tenía antes. La cerveza Hophouse, la tabla de quesos del supermercado y el chocolate Cadbury's probablemente hayan aparecido porque esta prueba se realizó dos semanas antes de Navidad. El de Nike es interesante, ya que recientemente he estado comprando zapatillas Nike en línea, por lo que imagino que esta información se obtuvo de varios dispositivos desde los que vi páginas de zapatillas Nike mientras estaba conectado simultáneamente en Facebook.

De lo que somos conscientes es del hecho de que estas compañías saben mucho sobre nosotros. Sus algoritmos están pensados para potenciar su negocio y que sean rentables. Los algoritmos no están ahí para ayudar a que las personas sean más unidas; existen simplemente para ganar dinero y expandirse en objetivos que se manifiestan a través de publicidad dirigida. No están legalmente autorizados a escucharnos sin que nosotros sepamos; sin embargo, puede parecer que sí nos están escuchando según innumerables casos de personas que intentan "probar" que esto está ocurriendo. Algunas personas afirman que no les molesta, pero a otros les parece una invasión de su privacidad. Solo para que conste, Amazon ofrece a las personas la opción de que su servicio Alexa escuche sus conversaciones para anuncios más personalizados.

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¿Quién posee qué datos?

La gran pregunta para mí es: ¿son los gigantes de las redes sociales capaces de leer lo que escribimos en las aplicaciones de mensajería WhatsApp, Facebook Messenger e Instagram Direct Messages? Todos son propiedad de Facebook, por lo que podría plantearse la cuestión: aunque los mensajes transmitidos a través de estos servicios están cifrados para protegerlos de las escuchas de terceros (como las autoridades policiales o los gobiernos autoritarios), ¿pueden los operadores de los servicios leer los contenidos de los mensajes para mejorar la orientación de los anuncios que se muestran a los usuarios?

Sea lo que sea lo que esté sucediendo, los algoritmos de las redes sociales son impresionantes y nadie realmente sabe cómo funcionan o lo que saben sobre nosotros aparte de una cosa: capturan un montón de datos clave personalizados que son relevantes y que les valen millones de dólares. Recuerde lo siguiente, si obtiene todos estos productos de forma gratuita, entonces debe ser el producto.