Si bien el ransomware como amenaza dejó de ocupar espacio en los titulares de los medios internacionales, como sí lo hizo en 2017 a partir del brote de WannaCryptor que provocó que el mundo entero hable de seguridad, esto no quiere decir que estemos ante una amenaza del pasado o más inofensiva.
En comparación con el máximo histórico del 2017, en 2018 el ransomware en Latinoamérica registró un descenso en la cantidad de detecciones. Sin embargo, el surgimiento de nuevas familias, como GandCrab, que rápidamente se propagaron (principalmente en Colombia y Venezuela), o el aumento en las detecciones de Crysis en Colombia muestran que debemos estar atentos a esta peligrosa amenaza.
Como vimos en profundidad en un artículo sobre las 10 formas en las que puede comportarse el ransomware al infectar un sistema, las distintas familias de este tipo de código malicioso presenta sus propias características. Y si bien algunos son más dañinos que otros, el modo de protegerse de estas amenazas sigue siendo el mix entre educación, concientización y uso de soluciones de seguridad confiables.
A continuación, compartimos la infografía sobre la forma de operar de cinco principales tipos de ransomware en la actualidad.