Finalizó la “alerta amarilla” que tuvo en vilo al sistema financiero de México ante la posibilidad de un ciberataque. Así lo informó en conferencia de prensa el presidente de de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), Mario Di Costanzo, quien además aseguró que no se registraron reclamos y que no hubo afectación alguna.
Todo comenzó la semana pasada, cuando el viernes 6 de julio autoridades financieras solicitaron a las entidades que conforman el sector mediante un comunicado, que estuvieran atentos y que incrementaran los niveles de alerta para robustecer sus estrategias de seguridad ante la existencia de un posible ciberataque.
Si bien el comunicado no aportó detalles sobre la razón de la alerta, se aclaraba que el anuncio se debía a la “detección de elementos” durante el monitoreo del funcionamiento del sistema financiero. Según informó a Reuters un funcionario involucrado directamente en el caso, el jueves 5 de julio las autoridades detectaron indicios de un posible ciberataque programado para llevarse a cabo al día siguiente.
El día jueves 5 de julio, la plataforma de intercambio de monedas virtuales, Bitso, reportó que en la mañana de ese día detectaron un ciberataque contra un proveedor y que automáticamente activaron sus protocolos de seguridad, desactivando la posibilidad de realizar fondos y retiros. Igualmente, Bitso aseguró que no sufrió ninguna afectación y el martes 10 de julio emitió un nuevo comunicado en el que se informó que todos los servicios se reestablecieron de manera satisfactoria.
Si bien el comunicado emitido el día viernes pareciera referirse al intento de ataque que sufriera Bitso, no quedó del todo claro si el incidente que sufrió la plataforma guarda relación con el comunicado emitido por las autoridades financieras el día posterior.
Vale la pena señalar que el comunicado que activó la alerta y que fue emitido por Banco de México, la Secretaría de Hacienda y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, es consecuencia de la activación de los protocolos de comunicación que se establecieron luego del ciberataque que afectó al sistema financiero en mayo de este año, cuando las autoridades se comprometieron a informar ante la existencia de un ciberataque o la sospecha del mismo.