Dos adolescentes de apenas 18 años fueron arrestados en la capital francesa hace unos pocos días por estar acusados del ataque a la cuenta de YouTube de Vevo en el que se vio afectado el video de “Despacito” de Luis Fonsi (el más visto de la historia de la plataforma) junto con el de otros artistas más.
Según publicó el portal Variety, la Oficina Fiscal de París identificó a los dos sospechosos como as “Nassim B.” y “Gabriel K.A.B.,” conocidos en Internet bajo los seudónimos de “Prosox” y “Kuroi’ish.”.
Las autoridades alegan que ambos jóvenes vulneraron las cuentas de YouTube que administra Vevo para alterar el contenido de videos de varios artistas, además de Luis Fonsi, como son: Selena Gomez, Taylor Swift, Katy Perry, Shakira y Cris Brown; a los cuales reemplazaron la imagen de portada, título y descripción de los videos, lo que obligó a Vevo a removerlos hasta que solucionó el problema.
El arresto se produjo a partir de la colaboración entre la Oficina Fiscal de París y la Oficina Fiscal del Distrito de Manhattan en Nueva York, donde están las oficinas de Vevo. Gabriel K.A.B. tiene cinco cargos en su contra, mientras que Nassim B. with presenta seis, incluyendo “modificación fraudulenta de datos”.
Los jóvenes y el cibercrimen
Este caso sirve como excusa para reflexionar acerca de la importancia de la educación para hacer frente a una realidad que indica que los jóvenes se involucran con el cibercrimen a edades cada vez más tempranas, entre otras cosas por no ser del todo conscientes de que están cometiendo un delito. En 2016, estadísticas presentadas por la Agencia Británica contra el Crimen (NCA) mostraba datos preocupantes que evidenciaban que los adolescentes se relacionaban tempranamente con el cibercrimen, donde en 2016 la edad promedio de los sospechosos por delitos informáticos era de apenas 17 años mientras que en 2015 era de 24 años.
El siguiente video (en inglés) elaborado por la NCA que fue publicado en 2015 se muestra el caso Ryan, un joven que estuvo preso por atacar sitios importantes y que cuenta cómo la prisión le permitió cambiar de perspectiva y darse cuenta de que ese camino no valía la pena.