La semana pasada, Eugene Kaspersky publicó un artículo sobre la lucha de su compañía (y, lo que es más importante, de toda la industria) para garantizar que los usuarios tengan un método simple y sin obstáculos para elegir un producto de seguridad.

Siendo alguien que ve de cerca los problemas planteados en la publicación de Eugene, en principio estoy de acuerdo con la mayoría de los puntos mencionados. De hecho, probablemente podría añadir mi propia lista de ejemplos, cambios y preocupaciones.

si hay un producto dominante en una región, hay más infecciones

No es sorprendente que Microsoft promocione Windows Defender y aproveche su posición como proveedor de sistema operativo; la compañía quiere que su producto sea seguro y que la experiencia de sus usuarios esté libre de ataques maliciosos. Windows 10 viene con Windows Defender activado y, sin una motivación, muy pocas personas considerarán instalar una alternativa...

Otro aspecto que deberíamos considerar es que, si tienes un fabricante dominante en una zona geográfica particular, ¿aumenta o disminuye la probabilidad de infecciones? Un grupo de investigadores analizó datos de cerca de un billón de máquinas que usan la herramienta de eliminación de software malintencionado de Microsoft, la cual es ejecutada en prácticamente cada computadora con Windows para ayudar a remover malware específico que tiene mucha prevalencia.

El reporte fue analizado por Neil Rubenking de PCMag. Su artículo afirma: "Algunos países exhibieron una pobre tasa de diversidad, con un solo producto protegiendo a la mayoría de los sistemas. Estos países mostraron rutinariamente una tasa de infección más alta que el promedio, mientras que aquellos con más diversidad tenían una tasa menor".

Dicho de otra manera, esto significa que si hay un producto dominante en una región, hay más infecciones.

Esto no es una sorpresa. Imagina una ciudad en la que el 50% de las propiedades tiene el mismo sistema de alarma: los ladrones solo tendrían que enfocarse en cómo burlar un solo sistema y así tendrían acceso al 50% de las propiedades. El cibercrimen es un negocio y los malos saben cómo hacer dinero; estoy seguro de que aprobarían la existencia de un solo producto dominante.

Otra conclusión preocupante del reporte es que la gente cambia continuamente de fabricante: aproximadamente un tercio lo hace cada cuatro meses o menos. Rubenking señala: "Los países con altas tasas de detección también mostraron una alta tasa de cambio de producto antivirus".

El informe hipotetiza que esto se debe a la insatisfacción con el producto. No hay pruebas, pero suena plausible. Muchas soluciones antimalware expiran anualmente y luego muchos usuarios eligen ejecutar productos gratuitos, por lo que algún porcentaje de cambio suena lógico. Pero hubiese esperado que la tasa estuviera más cerca del 20%, y no del tercio que halló el reporte.

Microsoft quiere que Windows 10 sea una gran experiencia para el usuario y la motivación de convertirla en la versión más segura de su sistema operativo está claramente en las prioridades de su agenda. Teniendo en cuenta los hallazgos mencionados, de que un solo producto dominante aumenta las infecciones y de que el cambio se debe probablemente a la insatisfacción, está claro que Microsoft necesita tanto a los fabricantes antimalware independientes como estos necesitan a Microsoft.

Mientras la industria contempla sus opciones, como la sugerencia de Eugene Kaspersky de que su compañía presentará una queja ante la Comisión Europea, parecería razonable que la industria se involucre con Microsoft para explorar la posible insatisfacción y ayudar a ofrecer la mejor experiencia de Windows.

Sin embargo, entendiendo la presión que muchas de las empresas tienen para monetizar y devolver grandes dividendos a sus inversionistas, creo que podría haber cierta resistencia a cambiar la forma en que los productos antimalware se comunican y se comportan.