Hoy celebramos el Día Internacional Contra el Acoso Escolar o Bullying, propuesto en 2013 por la ONG Bullying Sin Fronteras, con el objetivo de dar visibilidad a la problemática y lograr un rechazo voluntario y universal a la práctica del bullying y ciberbullying.
en 2016 bajaron España los casos de acoso físico entre escolares, pero subieron los de acoso cibernético
Según el II Estudio sobre acoso escolar y ciberbullying, según los afectados, presentado por las fundaciones Mutua Madrileña y Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo, en 2016 han bajado en España los casos de acoso “físico” entre escolares pero han aumentado notablemente los de “cibercoso”. No resulta extraño, entonces, que este aumento se esté dando a la par de nuestra dependencia tecnológica en la era digital.
Además, se ha reducido la edad media del acosado, de 11,6 años a 10,9 años; y el número de víctimas de 7 años o menos ha aumentado al 14,25%. Según el estudio, en los casos de acoso físico el agresor suele ser varón (55,7%) con una edad media de 11 años, mientras que en el hostigamiento a través de las redes sociales hay más presencia de mujeres entre los acosadores, que actúan mayoritariamente en grupo y con una edad media de 13,8 años.
El estudio se basa en las llamadas recogidas en los teléfonos de ayuda gratuitos de España, desde los que se registraron, atendieron y gestionaron 1.207 casos reales en 2016, lo que supone un 87,7% más que en 2015.
Este dato no necesariamente significa que haya más episodios de agresión, sino que se denuncian más, debido al trabajo que se realiza desde hace unos años en la concientización. En estos números de ayuda se atienden casos de acoso tanto físico como cibernético, de los cuales uno de cada cuatro se da a través de redes sociales. De estos casos de ciberbullying las madres dan la voz de alarma el 74,7% de las veces, frente al 25,3% de ocasiones en las que los que llaman son los menores acosados.
muchos padres consideran que los directores y profesores "no hicieron nada especial para solucionar el problema"
Según el análisis, el ciberbullying se realiza sobre todo a través del dispositivo móvil y se viraliza principalmente a través de grupos WhatsApp, seguido por la difusión en redes sociales. Entre las agresiones se destacan las verbales (52% de casos), amenazas (22,3 %) y la difusión de imágenes comprometidas (20,2%); también ha crecido la difusión de información personal de la víctima y el pirateo de las cuentas personales.
Un tema recurrente en las familias con víctimas de acoso escolar, es la insatisfacción con la actitud de la escuela respecto a la situación del agredido. Un 53,3% de los padres considera que los directores y profesores "no hicieron nada especial para solucionar el problema".
En Argentina, según la encuesta realizada por la ONG Argentna Cibersegura en 2016 a casi 600 escuelas del país: el 64% de las escuelas sufrieron casos de ciberbullying, mientras que el 17% desconoce si hubo casos. Desde la ONG manifiestan que mientras muchas escuelas trabajan en esta problemática, aún preocupa ese porcentaje que no se involucra.
A diferencia del acoso físico o del bullying convencional, el ciberbullying se expande viralmente por la Web, es difícil de detener y las agresiones pueden permanecer para siempre en internet, por eso resulta mucho más invasivo y dañino para las víctimas. Si bien el acoso suele comenzar con una burla o agresión por parte de una persona, la viralización está dada principalmente por los espectadores que comparten, comentan, dan “me gusta” o reenvían las agresiones, por lo que la prevención debe enfocarse también en este público.
algunos niños se sienten mal al presenciar una agresión, pero no se atreven a defender o denunciar por miedo a ser la próxima víctima
Los jóvenes que son testigos del acoso pueden desempeñar diferentes roles: hay quienes participan activamente alentando la agresión en el plano físico, y también quienes lo hacen desde los medios digitales y las redes sociales, muchas veces sin ser conscientes que están causando más daño que aquellos que lo hacen de manera presencial. Además, existen otros roles que muchas veces no son tenidos en cuenta y resultan de gran importancia; por un lado, están los observadores y eternos neutrales y, por último, aquellos que se atreven a denunciar o defender al compañero que está siendo agredido.
Como adultos tenemos la responsabilidad de comprender y hablar con los chicos acerca de la importancia del rol del espectador, y explicarles las opciones que tienen a la hora de defender a un compañero. Muchos niños son espectadores neutrales, que incluso se sienten mal al presenciar una agresión, pero que no se atreven a defender o denunciar el caso por el miedo a ser la próxima víctima.
Sin embargo, aquí es importante entender que cuantas más personas se unan a la defensa, más intimidarán al acosador, y la víctima se sentirá apoyada. Los daños, tanto del bullying como del ciberbullying, disminuyen notablemente cuando los chicos sienten el apoyo de sus compañeros.
En el Día Internacional Contra el Bullying, desde ESET nos unimos a la prevención de la violencia escolar, promovemos el diálogo y el respeto entre compañeros e invitamos a los adultos a estar alertas y brindar su apoyo para que los niños y adolescentes del mundo puedan disfrutar de ese mágico lugar que es la escuela.