Imagina el pánico si Google, el motor de búsqueda más poderoso del mundo, permitiera que los datos de sus usuarios se vean comprometidos... Bueno, casi sucede.

En 2015, los principales bromistas de Google decidieron divertirse un poco a costa de las personas y, el 1 de abril, cambiaron el famoso dominio del buscador a com.google. Como resultado, todo el contenido se mostraba al revés.

Piensa tu información como piensas tu casa: no dejarías la puerta abierta si te vas

Pero había un problema: el cambio dejaba sin efecto una importante funcionalidad de seguridad en la página de inicio real de Google, lo cual la dejó vulnerable a ataques capaces de redirigir a los usuarios, tal como el click-jacking. Esto permitió que los cibercriminales se aprovecharan de 3,5 billones de usuarios. ¡Qué chistoso!

Afortunadamente, el agujero de seguridad se detectó antes de que se pudiera hacer algún daño, pero hay una lección: si casi pudo pasarle a los jefes supremos de Internet, seguramente puede pasarle a cualquiera.

Por eso, respaldar tu información es importante y preparamos una guía para enseñarte a hacerlo en forma práctica, en contexto del Día Mundial del Backup que se celebra cada 31 de marzo.

En un mundo en el que se crean 1,8 zettabytes de datos cada año, es difícil argumentar contra la necesidad de protegerlos. Piensa tu información como piensas tu casa: no dejarías la puerta abierta mientras te vas de compras.

Pero ¿es suficiente hacer backup de tus datos solo una vez? No lo es. Si consideras que la persona promedio genera 10GB por mes, como cree Cisco, toda esa información se empieza a acumular. Para las familias jóvenes cuyas primeras fotos familiares son digitales o las startups que almacenan sus facturas y registros en línea, todos los días debería ser el día del backup.

La información, sea imágenes, videos, audios o textos, es ahora una parte de la vida cotidiana de millones de personas. Claro que no se trata solamente de protegerla contra algo inocuo como un desperfecto técnico de tu máquina; la amenaza de ser atacado también es un problema en la era digital.

La vida digital

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El caso de Mat Honan muestra el peligro de no protegerse en línea.

Allá por 2012, cibercriminales obtuvieron acceso a toda la información sensible de Mat Honan luego de que una serie de fallas en Apple y Amazon les diera vía libre. Sucedió rápido y sin aviso. En cuestión de unas pocas horas, Mat quedó afuera de sus cuentas digitales de Google, Apple y Amazon.

Una vez adentro, los cibercriminales hicieron estragos, borrando todo lo que él tenía: fotos de su hija, archivos de trabajo importantes en su Mac y todo lo que había en su teléfono. Nada de eso estaba respaldado y lo perdió para siempre.

En última instancia, tuvo suerte. Los atacantes no buscaban dinero, aunque podrían haber accedido fácilmente a su cuenta bancaria a través de sus correos electrónicos; solo eran unos pequeños vándalos que querían desordenar su vida online.

Y aunque no se quedó con los bolsillos vacíos, Mat perdió cosas a las que es difícil ponerle un precio.

Big data, ¿big money?

Se estima que el cibercrimen le cuesta a la economía global más de 200 billones de dólares al año. De hecho, según Techcrunch, hay un negocio online masivo dedicado a la transferencia de registros robados: plataformas con sistemas de calificación basados en su seguridad (¡qué ironía!), su velocidad y confiabilidad.

Desde detalles de tarjetas de crédito hasta un historial médico, la información de una persona en las manos equivocadas puede ser una forma de hacer dinero. Y cuanto más "talentoso" es un cibercriminal, más daño puede hacer con esos datos.

La extorsión, en forma de ransomware, es algo muy común. Las personas quedan sin acceso a su equipo o su información tras la infección de un código malicioso, y se pone un precio a la posibilidad de recuperar ese acceso.

Dependiendo de cuán sensibles sean los datos, puede ser extremadamente costoso, especialmente para una organización que aloja registros confidenciales, como el hospital de Estados Unidos al que le robaron su información. En ese caso, la etiqueta del precio fue sorprendente: 3,7 millones de dólares.

Aparte del costo del fraude, que a menudo puede ser cubierto a través del seguro, hay un costo personal en la recuperación de datos, si es que se pueden recuperar.

Todo el mundo necesita backup

Claro que la mejor forma de evitar convertirte en víctima es una defensa proactiva. En esencia, es una estrategia de dos frentes: hardware y software.

Esta nueva guía ofrece una base sólida para que diseñes tu propio sistema de backup y des con los medios, la frecuencia y las soluciones ideales según tu situación.

Así que elige tu forma preferida de hacer backup y mantén tus datos seguros con dispositivos remotos, como discos duros externos, en caso de que tu portátil o tu smartphone se dañe o se vea comprometido. Mientras tanto, actualiza tus contraseñas con frecuencia y asegúrate de tener una solución de seguridad que pueda protegerte de cibercriminales.