Imagina que tu seguridad es perfecta y que nadie más puede acceder a tus cuentas o información confidencial. Y de repente ocurre lo impensable: tienes un accidente. ¿Cómo harán tus seres queridos cuando necesiten traspasar las barreras de seguridad para atender tus asuntos?
Seguramente, luego de haber puesto en práctica todos los consejos para proteger tus objetos de valor, tomar medidas que le permitan a un tercero acceder a ellos te parecerá una contradicción. Gran parte de los consejos para permitir que un administrador maneje tus asuntos, ya sea en forma temporaria o permanente, se ve como un paso en falso si pensamos en la ciberseguridad. Pero en realidad, los mejores pasos a seguir para otorgarle acceso a un administrador de confianza son ligeras modificaciones de las técnicas que utilizaste en un principio para lograr una seguridad exhaustiva.
Hay cuatro cosas que deberías considerar para dejar tus secretos de seguridad en buenas manos.
1. Evaluación de riesgos
Sin duda tienes una lista de activos en alguna parte, ya sea en mente o por escrito, donde figuren todas las máquinas y las cuentas bajo tu cuidado. Esta lista será esencial para tu kit "En caso de emergencia". Asegúrate de incluir todos los dispositivos (no te olvides de las cuentas de administrador para el módem y el router, que se suelen ignorar), las cuentas de correo electrónico, los servicios como la energía y el agua, las instituciones financieras, los servicios en la nube y los servidores que uses para brindar servicios de hosting a terceros.
Más información: 8 pasos para hacer una evaluación de riesgos.
2. Autorización
Una vez que tengas la lista de activos, elige un contacto de emergencia. Este contacto será la persona de confianza para cuidar de todos tus activos digitales; puede ser un miembro de la familia, un amigo o un representante legal, como un abogado.
Si has escrito tu testamento, seguramente ya tendrás un abogado que sepa dónde encontrar y cómo gestionar tus activos. Algunos servicios online, como Google, Facebook e Instagram, te permiten designar un contacto de emergencia o heredado que pueda administrar tus cuentas. Asimismo, muchas aplicaciones de gestión de contraseñas te permiten establecer un contacto de emergencia (lo que puede ser útil en situaciones menos graves, por ejemplo, si alguna vez necesitas restablecer una contraseña maestra perdida).
Más información: ¿Qué sucede con los perfiles de redes sociales de un usuario que muere?
3. Backups
Este es el punto donde necesitas tener un poco de cuidado extra, a fin de evitar errores. Elabora una lista de tus nombres de usuario y contraseñas, y crea códigos de backup para las cuentas que tengan habilitada la autenticación en dos fases.
Si guardas una copia digital de tus credenciales, asegúrate de cifrarla
Para proteger esta lista, hay varias cosas que puedes hacer. Guarda bajo llave una copia en papel o en un medio extraíble, como en una caja fuerte en el hogar o en el banco. Dale la lista a un abogado o anótate en un servicio de planificación de fin de vida.
Recuerda que las empresas y los despachos de abogados pueden cerrar, por lo que también conviene tener otra forma adicional de copia de seguridad. No olvides preguntarles también acerca de su seguridad, ya que si llegaran a perder toda esta información confidencial junta a la vez, sería un enorme problema para arreglar.
Si guardas una copia digital de tus credenciales, asegúrate de cifrarla. El cifrado de clave pública es la opción más común en esta situación, pero recuerda estar al tanto de las fechas de vencimiento. Y ten en cuenta que los medios de almacenamiento se degradan con el paso del tiempo, por lo que cada cinco o diez años deberás pasar su información a un nuevo disco.
Más información: Guía de backup
4. Simulacros
Todos hemos pasado por algún simulacro de incendio u otro tipo al menos una vez en la vida, por lo que entendemos que su objetivo es ayudarnos a actuar con rapidez y sensatez incluso en un estado de shock emocional.
Preparar a tus seres queridos de antemano hará que el cuidado de tus activos digitales les resulte menos difícil
Del mismo modo, preparar a tus seres queridos de antemano mediante buenas prácticas hará que el cuidado de tus activos digitales les resulte menos difícil y angustiante cuando llegue el momento.
Los temas relacionados con la mortalidad no son agradables de tratar, y la mayoría de la gente no piensa en ellos hasta que entra en el otoño de su vida. Cuando ocurren accidentes, el estrés de los supervivientes puede ser abrumador, incluso sin el terrible esfuerzo necesario para traspasar nuestras herméticas medidas de seguridad. Por eso, si nos tomamos unos minutos para prepararnos para lo peor, podemos evitar que nuestra familia y amigos tengan una carga extra que soportar.