Haber crecido antes de la era de Internet y las redes sociales dejó a muchos usuarios adultos poco preparados para los riesgos que acechan en el mundo digital. Desde esa perspectiva, los niños de hoy son afortunados porque tienen las mejores prácticas de seguridad a su alcance, tal como la correcta creación y administración de contraseñas seguras.
Si sientes que te vendrían bien algunos consejos para convertirte en un padre o madre experto en seguridad, presta atención a lo que sigue.
7 reglas para que tus hijos tengan contraseñas seguras
- Crea una contraseña única para cada cuenta y no la compartas con nadie.
- La regla general es que cuanto más extensa, más segura será. Empieza con ocho caracteres por lo menos, pero agrega más si debe proteger datos de cuentas muy sensibles. Si te cuesta recordar una clave compleja, puedes optar por una frase que tenga sentido para ti o usar un administrador de contraseñas (más sobre esto debajo).
- Evita las palabras de diccionario (las más comunes), nombres, fechas y teléfonos, además de las opciones obvias como 123456, password o qwerty.
- Añade algo de condimento, como números y caracteres especiales ("@", "#", "!", etc.), o úsalos como sustitutos para algunas de las letras de tu contraseña.
- Si eliges la opción de sustitución, no vayas hacia las más comunes como reeemplazar "a" por "@", o "i" por "1" o "!".
- Cambia tus contraseñas en forma regular. Como decíamos: cuanto más importante sea la información que protege, más corto debería ser el intervalo.
- Una de las reglas más importantes es nunca reutilizar la misma contraseña en diferentes cuentas. De esta forma, si llegara a ser robada o filtrada, solo se vería afectada una cuenta. Sí, sabemos que dijimos lo mismo en el punto 1 pero vale la pena repetirlo, dado que es elemental en lo que respecta a gestión de contraseñas segura.
Como ves, la teoría suena sencilla y está en tus manos trasladarla a la práctica. Múltiples encuestas mostraron que un usuario promedio tiene decenas de contraseñas para un número aún más alto de cuentas, lo cual podría hacer su administración difícil si nos basamos en las reglas anteriores. Para un niño, esto sería aún más complicado, ya que probablemente abre muchas cuentas.
Entonces, ¿cómo hacerle frente a esta situación?
Hay estrategias para mantenerse protegidos y hacer las actividades en línea más simples para los más chicos. Lo primero que puede ayudar es la creación de contraseñas basadas en frases, ya que a pesar de ser más largas, tienen el gran beneficio de ser fáciles de recordar para el usuario, al tratarse de algo original, significativo y personal. Al mismo tiempo, serán difíciles de adivinar para un cibercriminal, ya que esta combinación de palabras no sería una opción obvia.
Este video explica en un minuto los beneficios de crear contraseñas siguiendo esta lógica:
Solo asegúrate de que tu hijo evite las opciones obvias, como frases y citas famosas de cuentos, libros o películas. El video muestra un ejemplo solo a modo explicativo, pero en tu hogar deberán hacer el ejercicio de pensar una frase que tenga sentido a nivel personal y combine las reglas anteriores.
De manera transversal a la creación de contraseñas seguras está el uso de un administrador de contraseñas, que permite almacenarlas todas en un mismo lugar y en forma protegida, sin la necesidad de recordarlas en forma individual. Lo único que necesitas es un software de este tipo, crear tu propia base de claves y establecer una contraseña maestra robusta para acceder a ella.
¿De qué otra forma proteges tus contraseñas y las de tus hijos? Cuéntanos en los comentarios.