La presencia inevitable de la tecnología e Internet en la vida de un niño es un hecho que ya no se puede ignorar. Podría decirse que es una necesidad, ya que para tener éxito en la vida posterior (por no decir ahora), los niños y los jóvenes necesitan conocer y sentirse seguros en el mundo digital. Por lo tanto, la exposición a la web y las diversas formas de tecnología son una parte integral de su crianza.
Este dominio de la tecnología (o al menos familiaridad) se aplica también a los padres, que a menudo están constantemente tratando de ponerse al día con las últimas novedades tecnológicas. Mientras tanto, algunos padres siguen mostrando cierto desinterés, y prefieren ignorar las redes y los artilugios más novedosos. Sin embargo, esto ya no es suficiente. Es necesario superar la tecnofobia, al menos para garantizar el bienestar de los niños. Además, estamos en el siglo XXI: el mundo en el que vivimos es bastante futurista en sí.
De hecho, esta realidad se refleja en la forma en que los jóvenes ven e interactúan con el mundo tanto en el hogar como en la escuela: crecen acompañados por los distintos tipos de tecnología, que le dan forma a su estilo de vida desde sus primeros años hasta que son adultos. Pensemos en esta Navidad: es muy probable que cuando llegue el momento de pedirle a Santa los regalos, los dispositivos con conexión a Internet (ya sea un smartphone, una tableta o un juguete inteligente) estén entre las primeras opciones en la lista de deseos (más allá de la edad).
Y, si bien es divertido ayudar a Santa comprando y envolviendo regalos relacionados con la tecnología, vale la pena tomarse el tiempo para proteger estos dispositivos antes de que se abran en el día de Navidad.
Después de todo, son herramientas poderosas de hardware que abrirán las puertas a un mundo virtual de posibilidades infinitas tanto para ti como para tus hijos. Si los dispositivos están desprotegidos, tus hijos seguramente obtendrán más cosas de lo que esperaban, ya que este tipo de tecnología trae aparejados grandes riesgos. Después de todo, el mundo cibernético es similar al mundo físico, donde puedes doblar mal en una esquina y terminar en un barrio para nada agradable.
Pero no te preocupes, ya que WeLiveSecurity te ofrece una guía informativa con cuatro aspectos a tener en cuenta sobre el papel cada vez más importante de la seguridad online.
Filtrar el contenido perjudicial o inapropiado para la edad
El filtrado de contenido perjudicial reduce el riesgo de que los niños y jóvenes puedan toparse con contenido no apto para su edad. Además, independientemente de la edad del usuario, filtra contenido perjudicial y ofensivo. Esto no solo incluye material violento y pornográfico, sino también sitios Web que ofrecen “consejos” peligrosos sobre, por ejemplo, el daño autoinfligido y la actividad criminal.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos filtros pueden, o bien pasar por alto ciertos tipos de contenido inapropiado, o bloquear sin querer sitios Web que no son realmente ofensivos. En tales casos, utiliza el sentido común: analiza por qué los sitios Web que los filtros pasaron por alto no son apropiados y viceversa, y anima a tus hijos a contarte por qué creen que debes desbloquear un sitio Web determinado.
Comprender que las aplicaciones móviles son activos materiales
Es tan fácil descargar aplicaciones que a veces nos olvidamos de que son mucho más que simples programas útiles o divertidos. Son bienes reales, muchos de los cuales cuestan bastante dinero para adquirir (además de los gastos posteriores por las compras integradas) y, por lo tanto, no se deben descargar impulsivamente. Es cierto que muchas aplicaciones son gratuitas, pero eso no significa que no tengan algún tipo de costo asociado.
En consecuencia, deben ser tomadas en serio. El acceso a las aplicaciones y su uso deben controlarse, al igual que controlarías, por ejemplo, el tipo de películas que ven tus hijos a cierta edad. Se pueden aplicar filtros y pedir derechos de acceso de modo que, como padre y responsable de pagar la factura, tengas derechos de administrador en lo que respecta a la descarga de aplicaciones y juegos. Esto también reduce las posibilidades de instalar aplicaciones potencialmente maliciosas o perjudiciales.
Controlar el tiempo
Para poder proteger los dispositivos también es imprescindible fomentar el buen uso del dispositivo desde una edad temprana, de lo contrario, luego es muy difícil cambiar los malos hábitos. Según la edad de tus hijos y si ya tienen su propio dispositivo, es importante que establezcas en qué momentos y durante cuánto tiempo pueden usar los smartphones, las tabletas y los equipos portátiles.
Las últimas aplicaciones móviles de control parental, de naturaleza sofisticada, sirven para ayudarte con esta tarea. Por ejemplo, te permiten asignar límites de tiempo para el uso de los dispositivos, que además pueden negociarse a través de la propia aplicación (las que ofrecen una usabilidad más moderna). Esto significa que cuando tu hijo llega al límite de tiempo establecido, puede pedir una extensión. La decisión será tuya; dependerá de si consideras que puedes hacer una concesión o no.
Mantener activas las conversaciones sobre seguridad online
Uno de los aspectos más difíciles de ser padre, en especial de niños que comienzan a ser independientes o que ya entraron en los años maravillosos y desafiantes de la adolescencia, es que te consideren una persona justa. Si haces algo que perciben como muy autoritario, puede resultar frustrante para tus hijos, a pesar de hacerlo por precavido y no por prepotente.
Por eso es importante que, desde el primer día que le das a tu hijo un dispositivo y acceso a Internet (que en muchos casos es a la temprana edad de tres años), le hables sobre la importancia de la seguridad online y por qué los controles parentales, por ejemplo, son un aspecto vital en el uso del dispositivo. A medida que crecen y les vas cediendo a ellos una parte cada vez más grande de esa responsabilidad, tendrán más posibilidades de entender lo que deben hacer para protegerse del contenido ofensivo y de las amenazas (por ejemplo, establecer sus propias contraseñas fuertes y actualizar el software con regularidad). La paternidad cibernética de calidad te llevará en esa dirección.
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