A medida que los profesionales de la salud incorporan la tecnología a su trabajo, afloran nuevos desafíos en lo que respecta a la seguridad, asociados al resguardo de los datos personales de los pacientes. Considerando el creciente uso de smartphones, tablets y aplicaciones en este contexto, la revista médica BMJ hizo una encuesta explorando el entorno médico.

Se entrevistó a 2.107 doctores y 4.069 enfermeras en cinco hospitales del Reino Unido, y se halló que la amplia mayoría usa dispositivos móviles en el ámbito de trabajo. El 92,6% de los doctores y el 53,2% de las enfermeras dijo que su smartphone es "útil" o "muy útil" como ayuda para realizar sus tareas clínicas, utilizando para ello, además, apps médicas.

Para enviarse información clínica relacionada a los pacientes entre colegas, se mensajean a través de SMS, apps (como WhatsApp) y fotografías (con las cámaras de sus teléfonos). Es por eso que gran parte (71,6% de doctores y 37,2% de enfermeras) quiere métodos seguros para transmitir estos datos. El estudio concluye:

En comparación con estudios anteriores, hemos demostrado una mayor tenencia de smartphones entre doctores y enfermeras, que perciben como útiles a estos dispositivos al realizar sus tareas clínicas.

Es preocupante que grandes cantidades de staff están enviando información de pacientes usando modalidades inseguras en sus smartphones. Las organizaciones de salud deben desarrollar estrategias y políticas para apoyar el uso seguo de estas tecnologías por parte del personal de primera línea.

Está clara la necesidad y la conveniencia de compartir información entre colegas de manera rápida y que la misma esté al alcance de todos los que la necesiten fácilmente. Claro que, para un doctor, será valioso poder enviarle a un colega una fotografía rápida de una herida o una radiografía para que le dé su opinión. Sin embargo, es importante notar que en este entorno también puede haber incidentes de seguridad, redes no protegidas que dejen los equipos expuestos a ataques, o prácticas inseguras que deriven en el robo de información de los mismos.

"Es interesante que, mientras la mayoría de los doctores encuestados usan apps médicas, muy pocos se las han recomendado a sus pacientes. Una falta de conocimiento e incertidumbres alrededor de pruebas, seguridad y eficacia son barreras importantes identificadas en esta encuesta", concluye BMJ.

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