A fines del año pasado, Madonna se quejó furiosa en su cuenta de Instagram porque habían comprometido su computadora, a raíz de lo cual le robaron fotos y canciones inéditas que pensaba incluir en su próximo álbum.
Sus planes para lanzar el disco "Rebel Heart" en la primavera boreal de 2015 se vieron alterados por el ataque, ya que varios demos preparados para ser incluidos se filtraron en Internet. En un intento por minimizar el daño, la experimentada reina del pop lanzó seis canciones por adelantado en iTunes, que fueron aceptadas con entusiasmo por sus fanáticos.
Las autoridades no tardaron en involucrarse y, en cuestión de un mes, la policía de Israel arrestó a un sospechoso. En un giro extraño, resultó que el hombre de 39 años, llamado Adi Lederman, había aparecido en el show de talento israelí “Kochav Nolad” (que podríamos traducir como “Nace una estrella”).
Dicho sea de paso, los jueces del programa describieron a la presentación de Lederman como "dolorosa". Cuando fue eliminado del concurso por no tener los votos suficientes, enfocó su enojo en Madonna y accedió a una cuenta en la nube de un miembro del equipo de la Chica Material; así, pudo robar una primera versión de “Give Me All Your Luvin" de su disco anterior MDNA.
Irrumpir en el negocio de la música es una cosa. Pero irrumpir en la computadora de Madonna sin su permiso es otra.
Tal como reporta Jerusalem Post, el juzgado de paz de Tel Aviv le dio a Lederman una sentencia de 14 meses el jueves pasado, como parte de un acuerdo con el fiscal. Se llegó a la conclusión de que el acusado había retomado sus actividades cibercriminales, accediendo a los servidores de correo electrónico utilizados por Kevin Antunes y Guy Oseary – director musical y manager de Madonna, respectivamente. Una vez allí, obtuvo las contraseñas necesarias para robar archivos de cuentas basadas en la nube.
Los temas fueron luego vendidos a dos personas por la suma un tanto insignificante de 300 dólares cada uno. Este año, cuando arrestaron a Lederman, Madonna hizo una publicación en Facebook en relación al impacto que el ataque haía tenido sobre ella:
Como cualquier ciudadano, tengo derecho a tener privacidad. Esta invasión a mi vida – creativa, profesional y personalmente – es una experiencia devastadora y sumamente hiriente, como lo debe ser para todos los artistas que son víctimas de este tipo de crimen.
Quizás Madonna no sea el personaje más simpático ante los ojos del público, pero no puedo evitar sentir compasión por ella. Debería ser su decisión cuándo se lanza su música y si se lanza, y en qué formato. Nadie debería tener el derecho a robar música y publicarla sin autorización.
Siempre profesional, Madonna pone una cara desafiante en su último video “Bitch I’m Madonna”:
Más allá de si te gusta o no el video musical de Madonna, deberías sentir lástima por Adi Lederman: es poco probable que lo esté viendo desde su celda en prisión.