Si por un momento nos detenemos a pensar cómo ha evolucionado la forma en que compartimos nuestra información, los más clásicos nos remontaremos a los disquetes y CDs y aquellos más jóvenes seguramente recuerden los dispositivos USB o incluso solamente han compartido información a través de Internet. Son estos cambios, que además cada vez son más acelerados, los que generan una serie de riesgos y amenazas.
La evolución de la forma en que interactuamos en la red y compartimos nuestra información, ha cambiado la expectativa de privacidad de nuestros datos en Internet. Con el solo hecho de abrir un perfil en una red social, tener una cuenta de correo electrónico, hacer compras en línea o una simple búsqueda en Google ya vamos dejando rastros en Internet.
El primer nivel de defensa que debemos adoptar es ser conscientes de cuáles son las amenazas que nos pueden llegar a afectar para tomar las medidas de protección más adecuadas. Si bien son muy diversos los riesgos que pueden llegar a afectar la privacidad de nuestra información, queremos compartir el top 5 de los riesgos que tienen una mayor posibilidad de afectarnos:
#5: Robo o pérdida de dispositivos
Tal vez la más clásica de las amenazas que puede afectar la privacidad de nuestros datos. Desde que manejábamos disquetes para compartir nuestros archivos o un CD para almacenar fotos y videos, el hecho de que estos se puedan perder y nuestros datos queden expuestos ha sido un riesgo latente. Los dispositivos de almacenamiento actuales tales como USB o discos duros externos sumados a smartphones y tablets con gran capacidad de almacenamiento hacen de este riesgo algo mayor.
Para muchos la idea de perder sus fotografías, videos, archivos personales y laborales por la pérdida de su dispositivo es una idea escalofriante y bastante presente. Así que adoptar medidas preventivas como el cifrado de los datos para que nadie pueda ver nuestra información o hacer copias de seguridad nos van permitir estar más tranquilos y protegidos contra estas amenazas.
#4: Nuestra información en manos de terceros
Cuando subimos nuestros archivos a la red, dejan de estar bajo nuestra gestión. La seguridad de nuestros datos pasa a ser gestionada por un proveedor que en la mayoría de los casos ofrece el servicio de forma “gratuita”. Pero el precio que pagamos al entregar nuestra información es una cuestión que deberíamos tener presente.
No debemos dejar de lado el hecho de que muchos de estos proveedores, a cambio de sus servicios, utilizan nuestros datos para compartirlos con terceros y de esta forma ofrecernos productos y servicios de acuerdo a nuestros hábitos. Además de esto es importante verificar cuáles son las condiciones de privacidad que nos garantizan las redes sociales y servicios que utilizamos. Tener conocimiento de cómo manejan nuestros datos y hacer un uso adecuado de las configuraciones de seguridad puede ser la diferencia para no ver nuestra imagen comprometida en la red.
#3: Campañas de Ingeniería Social
Internet es un gran ecosistema en el cual convive una gran cantidad de usuarios con diferentes niveles de conocimiento al respecto de cómo se utiliza la red. Son estas falencias en la forma en que nos manejamos en la red lo que hace que las campañas de Ingeniería Social hoy en día sigan teniendo una gran tasa de éxito para los atacantes.
Seguramente para los que conocemos de seguridad, este tipo de amenazas no representen una amenaza real e incluso puede ser que las veamos como algo ridículo. Pero hay que recordar que no todos los usuarios tienen el mismo nivel de conocimiento; por esta razón que te invitamos a que compartas lo que sabes sobre seguridad con la mayor cantidad de personas para cerrar la brecha a este tipo de amenazas.
#2: Códigos maliciosos
Códigos maliciosos que llegan por correo electrónico, se descargan en sitios web o a través de dispositivos de almacenamiento externo siguen siendo una de las principales amenazas para la privacidad de nuestra información. Desde malware que monitorea toda nuestra actividad hasta aquel que roba fotos, videos e incluso contraseñas y números de tarjeta de crédito, hacen parte del gran arsenal con que cuentan los cibecriminales y que están buscando utilizar para vulnerar nuestra privacidad.
De acuerdo a las actividades que realicemos en nuestra computadora vamos a estar más o menos expuestos antes este tipo de amenazas y a menos que no nos conectemos a Internet y no utilicemos dispositivos de almacenamiento externo (lo cual hoy por hoy no tiene mucho sentido), contar con una solución de seguridad va a darnos esa barrera de protección adicional que necesita nuestros datos.
#1: Mal uso de la tecnología
La gran cantidad de funcionalidades de conectividad que tienen los dispositivos facilitan muchas de nuestras actividades. Pero el uso inadecuado de estas características también puede poner en riesgo nuestra información. Por ejemplo, conectarse a una red Wi-Fi insegura, no gestionar las características de geolocalización o no actualizar las aplicaciones que utilizamos pueden convertirse en una brecha de seguridad que termine afectando la privacidad de nuestros datos.
Conocer cuáles son las amenazas y hacer un uso consciente de la tecnología nos va a garantizar un alto nivel de seguridad de nuestra información personal. Ser prudentes en el uso de la tecnología y en cómo compartimos nuestra información definitivamente marca la diferencia para estar tranquilos con nuestra privacidad.