El ciclo escolar ya comenzó y los estudiantes están a pleno, a menudo aprovechando la tecnología para estudiar. Los jóvenes son víctimas del robo de datos 35 veces más que los adultos: se consideran un blanco fácil tanto para el robo digital como para el robo físico.

Puedes proteger tu identidad y hacer que tu paso por la escuela sea una transición más sencilla si te aseguras de que tus datos y dispositivos cuentan con protección en la escuela y en casa. Incluso cuando utilices los equipos provistos en las bibliotecas o laboratorios del colegio, existen muchísimos pasos que puedes seguir para proteger tus datos.

Protección de tus dispositivos en la escuela

Si estás usando tu propio equipo de escritorio, equipo portátil o smartphone, debes preocuparte por dos cosas: el robo físico y el de la información. Hay ciertas cosas que puedes hacer para minimizar las probabilidades de ambos tipos, y para mitigar los daños en caso de que ocurra.

  • Minimiza el objetivo

No dejes tu equipo portátil o teléfono al alcance de la mano y sin supervisión, más allá de que estés en casa o en lugares públicos: estos elementos se pueden arrebatar rápidamente cuando no los estás mirando. Y cuando llevas el equipo portátil contigo en público, lo mejor es ponerlo en un bolso que no dé a conocer su contenido; las fundas o maletas para portátiles anuncian exactamente lo que llevas.

  • Minimiza el daño

La instalación de una aplicación de rastreo te ayudará a encontrar tu dispositivo si se pierde o te lo roban. Y si los archivos en tu dispositivo están cifrados, incluso cuando alguien acceda al equipo, no podrán aprovecharse de tu información.

  • Fortalece tu seguridad

La pérdida y el robo físicos no son las únicas maneras de perder la información almacenada en el teléfono. El malware y el phishing son cada vez más comunes en dispositivos móviles, por lo tanto, asegúrate de estar protegido. Para resguardarte ante el phishing, asegúrate de usar contraseñas diferentes para cada una de tus cuentas, y elige una contraseña fuerte en cada caso.

Para que sea una tarea más fácil, usa un administrador de contraseñas. Cuando hayas elegido una buena contraseña, protégela: no la divulgues a otros y no la ingreses en sitios cuando accedas desde vínculos en el correo electrónico o en mensajes instantáneos. Para protegerte del malware, instala las aplicaciones móviles únicamente desde tiendas reconocidas, y explora los archivos descargados con un producto antimalware antes de instalarlos.

  • Ten cuidado en redes Wi-Fi públicas

Nunca puedes estar completamente seguro de quién está compartiendo la red contigo en una red Wi-Fi pública, por lo que debes ser extra cuidadoso cuando te encuentres, por ejemplo, en la escuela o en la cafetería local. Usa software para VPN de modo que tu tráfico web esté cifrado: ayudará a que otros no puedan espiarte electrónicamente.

Protección de tus datos cuando usas equipos comunitarios

Habrá ocasiones en las que necesitarás usar los equipos suministrados por la escuela. En realidad no tienes idea de quién usó el equipo por última vez ni qué estaba haciendo antes de que llegaras, por lo que deberías asumir lo peor. Lo mejor es actuar como si todo lo que escribes o ves en la pantalla pudiera estar siendo grabado, y actuar en consonancia.

  • No uses equipos públicos para ingresar a cuentas de usuario, en especial a cuentas que almacenan información financiera (por ej., cuentas bancarias o tarjetas de crédito).
  • Evita realizar compras en línea, ya que alguien podría extraer no solo tus credenciales de inicio de sesión sino también tu número de tarjeta de crédito.
  • Si por algún motivo necesitas ingresar a tu cuenta desde un equipo público, es esencial cambiar las contraseñas que utilizaste cuando estés de vuelta en tu máquina propia.
  • De ser posible, navega en modo incógnito, si no, asegúrate de borrar el historial y todas las cookies en tu navegador.

Las personas más jóvenes suelen pensar que su información es de menor valor que la de adultos más establecidos, ya que quizá tienen menos dinero en las cuentas bancarias y datos menos atractivos, por lo que generalmente no toman la seguridad con tanta seriedad.

Pero al fin y al cabo, no importa la edad que tengas: tus datos y tu identidad son valiosos para los ciberdelincuentes, y corregir los problemas causados por la pérdida o el robo es muy molesto, más allá de tu edad. Proteger tu identidad y esos datos te ayudará a evitar estos dolores de cabeza.

Traducción del post de Lysa Myers en We Live Security.