En el auge de Bitcoin hace su puesta en escena una nueva criptomoneda, denominada Dogecoin. Fue creada a partir de una broma, aunque ha tomado bastante relevancia, considerando su presentación hace tan solo unas semanas. Su crecimiento, su comunidad y un reciente incidente de seguridad que ha dado que hablar, han sido factores claves en el ciclo de vida de esta moneda que hoy la comienza a posicionar en el escenario digital.
Todo comenzó el 27 de noviembre de este año, cuando Jackson Palmer tuiteó un comentario en tono de broma, diciendo que estaba invirtiendo en “Dogecoin”. Aunque esto no tuvo fines serios y definidos, su repercusión ayudó a que en principios de diciembre finalmente presentara una criptomoneda con ese nombre, basada en otra llamada Litecoin.
Dogecoin posee un límite de 100 millones de monedas. Si bien este es mayor al de Bitcoin (21 millones), es necesario considerar también que los aspectos técnicos de minado difieren. Por ejemplo, el minar Dogecoin es un proceso más rápido que el de Bitcoin. Además, diferencias en el algoritmo de minado de Dogecoin no permiten la utilización de hardware especializado para minado de la otra. Por lo que los resultados no son comparables. El almacenamiento de la criptomoneda se lleva a cabo gracias a wallets (al igual que otras similares), ya sea offline en un equipo específico como en un servicio de wallets online.
La comunidad alrededor de esta criptomoneda es uno de sus aspectos más interesantes. En una reciente entrevista Con Business Insider, Palmer afirmó que la comunidad “no se lo toma en serio, (Dogecoin) no está siendo utilizada por gente que se preocupa por hacerse rica”. Su uso se ha intensificado para situaciones de agradecimiento y gratificación en Internet, ya que hacerlo con Bitcoin se ha vuelto muy costoso debido a su precio tan alto.
Recientemente, un incidente de seguridad causó el robo de millones de Dogecoins. El sitio de almacenamiento online DogeWallet fue atacado de la siguiente forma: un cibercriminal logró acceder a su file system, y modificó la página de envío y recepción de Dogecoins para que estas se dirigieran a una única wallet anónima. El hecho produjo que el servicio quedara fuera de línea por razones de seguridad hasta que se lograra solucionar los inconvenientes.
A raíz de lo sucedido, la comunidad de la criptomoneda estableció iniciativas para beneficiar a las víctimas del incidente. Sin embargo, con los hechos también debemos considerar las implicancias que conlleva el almacenar nuestra información de valor en un único medio online: es más simple acceder a ella desde cualquier equipo y lugar, pero perderla es también más fácil.
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