Ante las revelaciones recientes acerca de espionaje a empresas, gobiernos e incluso individuos; la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, anunció sus intenciones de poner en marcha un sistema de correo electrónico seguro para garantizar la privacidad de las comunicaciones gubernamentales.
La medida fue anunciada por la jefa de Gobierno de Brasil hace unos días, luego de una serie de hechos que han salido a la luz en los últimos tiempos y que han afectado no sólo la opinión pública, sino también las relaciones entre varios países y el Estado brasileño. Entre estos acontecimientos se destaca el artículo del periodista de The Guardian, Glenn Greenwald, basado en documentos provistos por Edward Snowden, acerca del espionaje realizado por la NSA en las comunicaciones de civiles y empresas en Brasil. También son notables las denuncias de espionaje llevado a cabo por la Agencia Canadiense de Seguridad en la Comunicación contra el Ministerio de Minas y Energía de Brasil.
En la imagen anterior pueden observarse tres tweets consecutivos de Rousseloff (siendo el de abajo el primero de ellos y el de arriba el más reciente) mediante los cuales anuncia la implementación de un sistema seguro de e-mails para todos los organismos del gobierno de Brasil, como una medida inicial para mantener la privacidad e inviolabilidad de los mensajes oficiales. Además, anuncia que el encargado de llevar adelante este proyecto será Serpro, el Servicio Federal de Procesamiento de Datos, que tendrá la tarea de remplazar el servicio actual de correo electrónico, Microsoft Outlook, por este nuevo sistema desarrollado a la medida de las necesidades del Gobierno. Ya existe un precedente: algunos organismos de Gobierno en Brasil utilizan un sistema de comunicaciones cifradas llamado Expresso, que corre en una plataforma en la nube mantenida por el Serpro. Por lo tanto, se planea expandir este sistema a todos los organismos, de tal modo de ofrecer un mecanismo robusto de comunicación segura que pueda utilizarse hacia mediados del 2014.
Ante las denuncias de espionaje que han sido reveladas en los últimos tiempos, los Gobiernos parecen interesados en tomar cartas en el asunto. Más allá de las medidas que cada país adopte para proteger su información sensible, también se observan esfuerzos por lograr una legislación en Internet más global, cortando con la hegemonía de Estados Unidos en el área. Si ponemos el foco en las empresas, también puede notarse la preocupación creciente en materia de seguridad, lo cual se traduce en fuertes inversiones en infraestructura y medidas para mantener los datos seguros “en casa”. Por último, las necesidades de mayor seguridad se han trasladado hasta los individuos, escenario en el cual el cifrado de datos está en el centro de la discusión.
Matías Porolli
Especialista de Awareness & Research