Los códigos maliciosos pueden comprometer seriamente un sistema y de la misma forma a sus usuarios. Por eso, habitualmente siempre estamos hablando del impacto que tienen en las personas. El primer aspecto que tendemos a considerar es el económico, ya que muchas de estas amenazas suelen comprometer las credenciales de acceso que, la mayoría de las veces, son utilizadas para causar prejuicios financieros al usuario.

No obstante, los códigos maliciosos también pueden causar otro tipo de daños que también son muy relevantes y que no necesariamente están vinculados con el dinero. Uno de estos ejemplos es lo ocurrido en Florida, Estados Unidos; donde Randy Chaviano, acusado de cadena perpetua en 2009, es llevado nuevamente a juicio porque un virus destruyó toda la información recolectada por la estenógrafa encargada que además, no contaba con respaldo de los datos. Esto significa que deberán repetirse muchos pasos del juicio en donde los testigos tendrán que ser escuchados nuevamente demorando el proceso e incrementando sus costos.

Otro caso relacionado con los efectos del malware es el ocurrido en un hospital de Georgia, también en el país norteamericano. El Centro Médico Gwinnett fue forzado a rechazar pacientes debido a una vulnerabilidad en sus sistemas, derivando sus nuevos ingresos a otros hospitales de la zona. Esto llevó a que los enfermeros y los médicos estuvieran imposibilitados de acceder a los historiales de los pacientes, así como también a demás recursos de la red dificultando el ejercicio de su tarea.

Esto marca una tendencia acerca del impacto que puede generar el malware a las personas. En estos casos, los afectados no son personas que están frente a una computadora, no existe necesariamente un usuario. Los efectos pueden ser más devastadores. En el primer caso significará que los hechos tardarán en procesarse y que, en el mejor de los casos, la justicia será demorada. Un acusado de cadena perpetua será llevado nuevamente a juicio.

Por otro lado, en los hospitales hay personas que necesitan ser atendidas y que muchas veces no pueden esperar hasta que se restablezca el sistema. Debido a eso, para recibir su atención deberán ser derivadas, lo que podría causar desde mayores demoras en los otros hospitales, en el caso de que el flujo de pacientes sea considerable, hasta una disminución en la calidad de la atención.

Lamentablemente, una vez que el código malicioso es creado puede infectar a cualquier víctima: usuarios, empresas, hospitales, estenógrafos, etc. Por lo tanto, es muy recomendable que estos actores no dejen de tener en cuenta la importancia de la seguridad informática en el día a día de las personas ya que una infección en un sistema podría demorar la justicia o, peor aún, comprometer una vida. Desde ESET Latinoamérica les recordamos tener presente uno de los puntos de nuestro decálogo de la seguridad: No subestimar a la seguridad de la información, ya que es necesario no perder de vista el valor que brinda mantener la información siempre protegida.

Raphael Labaca Castro
Especialista en Awareness & Research