Durante el último tiempo hemos compartido con ustedes las noticias en referencia a las actividades de hacktivismo en la región. En esta oportunidad, durante el día de ayer, Anonymous accedió al perfil de Facebook del actual presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y a la cuenta de Twitter de Álvaro Uribe, ex-presidente del mismo país, proclamando una "falsa independencia" del país.

Una vez que accedieron al perfil de Facebook de Santos, publicaron en él un enlace a un video en Youtube, en el que reclamaban que en Colombia no se debería celebrar la independencia el 20 de julio, sino que aún no la han obtenido. En la siguiente imagen podemos observar las repercusiones, que este hecho tuvo en la red social y en las noticias alrededor del mundo:

El mensaje publicado en el muro del presidente anunciaba:

Un llamado al pueblo Colombiano para que se haga manifestar con verdad y con razonamiento.

Anonymous Somos Todos, y Si bien existen ciertos rangos en diferentes redes sociales, la administración trabaja para ustedes y con ustedes.

@Anonymous_Co #revolucioncolombia

Fue Santos, quien abiertamente pidió disculpas través de su cuenta de Twitter por lo sucedido a reconociendo acceso a su perfil de Facebook por parte de Anonymous:

Asimismo, el ex presidente de Colombia, Álvaro Uribe, fue víctima del acceso no autorizado a su cuenta de Twitter por parte de Anonymous, quienes publicaron otro enlace al video de Youtube. En esta ocasión, el ex mandatario,  repudió públicamente las acciones del grupo y solicitó ayuda para recuperar el acceso a su cuenta de Twitter.

Ambos sucesos, no son más que una nueva oleada de ataques por parte de este grupo de hacktivistas, quienes públicamente utilizan medios informáticos para realizar protestas o infiltrase en sitios y cuentas de distintas organizaciones o gobiernos alrededor del mundo.

Además del acceso a las cuentas de Santos y Uribe, también se realizaron ataques de denegación de servicios contra sitios gubernamentales: el Ministerio de Defensa y la Alta Consejería.

Nuevamente, después de estos sucesos, nos volvemos a preguntar: ¿están los gobiernos latinoamericanos lo suficientemente preparados para defenderse de estos ataques?

Pablo Ramos
Especialista en Awareness & Research