Nuestra vida digital tiene una relevancia y preponderancia cada vez mayor en el día a día. Las redes sociales se han convertido en una de las principales herramientas mediante las cuales nos vinculamos con nuestro entorno —familia, amistades, ámbito laboral/estudiantil y hobbies e intereses.

Para mantener protegida toda esa información personal que circula y lejos del alcance del cibercrimen, es necesario aplicar buenas prácticas que aseguren su integridad y privacidad. A continuación, te presentamos los 10 mandamientos de la seguridad en redes sociales.

1. Publicar solo lo necesario

Cualquier información que se publique en las redes sociales es una puerta que abres a tu vida privada. Y solo alcanza con que esa información caiga en las manos erróneas para vivir una situación indeseada, ya sea de suplantación de identidad, estafa o engaño.

Un párrafo aparte merece la publicación de fotografías de niños y niñas. Sobre todo, porque las leyes de protección del menor son cada vez más fuertes respecto del cuidado de la privacidad infantil, contemplando que todo lo que se publica en internet queda fuera de tu control.

2. Configurar la privacidad de cada cuenta

El cibercrimen ha evolucionado a tal punto que cualquiera de nuestros datos puede servir para suplantar la identidad o para llevar adelante algún tipo de estafa. Es por eso que información tan sensible como nuestra fecha de nacimiento, lugar de residencia, trabajo o estudio puede ser utilizado en nuestra contra.

Gestionar la privacidad de nuestra información de manera correcta y consciente en cada cuenta que tengamos perfil, es la mejor manera de proteger esta información.  Incluso los datos que parecen más inofensivos pueden representar un riesgo en las manos equivocadas.

Un tip que nunca falla: si piensas publicar algo que preferirías que no lo vean todos, quizás lo más adecuado es que no lo publiques.

Los datos son considerados el nuevo petróleo y, como analizamos en uno de los episodio de nuestro podcast Conexión Segura, son tan atractivos tanto para las empresas como para los cibercriminales.  Esto refuerza la importancia de prestar atención a los permisos que damos a las aplicaciones que instalamos o a los servicios en los que creamos una cuenta.

3. Desconfiar de las personas que no conoces

Más allá de todos los beneficios que tiene Internet, también existe un Lado B que es necesario tener en cuenta para no llevarse un gran disgusto. Los casos de fraude o acoso lamentablemente son muy comunes en el mundo digital y las redes sociales se han convertido en un nicho cada vez más explotado por los cibercriminales para realizar este tipo de prácticas.

La cautela y la desconfianza son dos grandes aliados a la hora de entablar algún tipo de contacto o relación con alguna persona desconocida. Por eso nunca es recomendable aceptar solicitudes de amistad de desconocidos, como tampoco proporcionarles información personal.

4. Verificar antes de hacer clic en los enlaces que llegan por mensajes

El escenario se repite una y mil veces: a través de nuestras redes sociales nos llegan mensajes de contactos desconocidos, con promesas de algún beneficio/premio y un link que parecería ser la llave que abre el cofre del tesoro. Pero no: un clic puede derivarnos a un sitio comprometido que solicita nuestros datos personales o bien a la descarga de software malicioso.

Hay una regla de oro que en estos casos aplica de manera efectiva: cuando algo es demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo sea.

5. Elegir contraseñas largas y complejas

Optar por una contraseña robusta y extensa es otro gran paso para proteger nuestras cuentas de las diferentes redes sociales. Idealmente, deben ser frases que incluyan alrededor de 20 caracteres, letras, números, mayúsculas y caracteres especiales.

Respecto de las contraseñas, hay que evitar claves muy fáciles de adivinar, como aquellas que se componen simplemente de fechas, nombres o las típicas “123456” o “password”.

Un último tip es no reutilizar la misma contraseña en diferentes cuentas, ya que, si una se ve vulnerada, le dará al ciberatacante acceso al resto de las redes sociales. Un gran aliado para crear contraseñas fuertes y no tener que recordarlas es la implementación de un administrador de contraseñas.

6. Implementar la autenticación en dos pasos

La mejor aliada de una contraseña robusta es la autenticación en dos pasos, también conocida como doble factor de autenticación. Todas las redes sociales hoy cuentan con la posibilidad de habilitar este segundo factor de seguridad, para así asegurar una correcta protección de nuestras cuentas.

Así, por más que alguien obtenga de alguna manera tu usuario y contraseña, no podrá acceder gracias a esta capa extra de seguridad. ¿Quieres saber cómo activarla en cada una de tus cuentas? Te lo contamos en este artículo de We Live Security.

7. Utilizar una conexión a Internet segura

Un buen primer paso es asegurar que la conexión a tu red Wi-Fi cuente con una contraseña segura y verificar que la configuración del router sea la adecuada.

En el caso de que necesites utilices una red de Wi-Fi pública, lo ideal es realizar la conexión a través de una VPN  y, si necesitas ingresar información sensible o credenciales de acceso, utilices los móviles para navegar por internet desde tu smartphone.

8. Realizar backup de la información

Tan importante como mantener protegidos los accesos a tus datos personales, es realizar un backup de la información más importante, algo que, ante escenarios como un robo o extravío de nuestro dispositivo o bien ante una infección con malware, será de gran ayuda.

Al momento de realizar tu backup puede serte muy útil tener en cuenta cómo hacerlo correctamente y cuáles son los errores más comunes que deberás evitar. Te contamos más en este posteo.

9. Cerrar aquellas cuentas que ya no utilices

Con el paso de los años, algunas plataformas van quedando obsoletas y ya no las utilizamos. Las cuentas que hayamos creado pueden representar un eslabón muy débil en lo que refiere a la seguridad en Internet. Por un lado, porque seguramente las contraseñas sean débiles y por otro, porque es posible que estas plataformas no cuenten con una política de protección de datos eficientes y segura.

Los ciberdelincuentes podrían utilizarla huella digital que dejamos en ellas. Por ejemplo, usar nuestra información sensible como fecha de nacimiento, lugares de trabajo, de estudio o de vivienda, entre otros, para armar un perfil falso que utilicen en una estafa u otro tipo de engaño, usurpando nuestra identidad.

10. Contar con una solución de seguridad

Todos los puntos anteriores se verán potenciados con la implementación de una solución de seguridad robusta que brinde protección contra los intentos de phishing, el malware y aquellos sitios o archivos sospechosos que pueden llegarnos a través de las redes sociales.

Las soluciones de ESET ofrecen diversas funcionalidades que contemplan todas las necesidades actuales de los usuarios. Por ejemplo, la posibilidad realizar acciones de manera remota en un equipo en caso de robo o extravío, bloquearlo y enviar un SMS de alerta a usuarios seleccionados, hasta eliminar los datos del dispositivo para así mantener nuestras cuentas seguras.

Pensamientos finales

Por supuesto que este decálogo de buenas prácticas de seguridad podría ser más extenso, con acciones más técnicas y específicas, pero implementar estas acciones optimizarán y potenciarán la seguridad de cada una de nuestras redes sociales.

Así como los cibercriminales van actualizando sus estrategias, es necesario que como usuarios tomemos conciencia de lo importante que es mantener seguras nuestras cuentas, ya que allí se comparten informaciones de diversa índole que, en las manos equivocadas, pueden ser utilizadas en nuestra contra.