Históricamente, muchos videojuegos seguían un modelo económico sencillo: pagar una vez y jugar para siempre. Hoy comprar un juego suele ser sólo el principio y los videojuegos modernos adoptaron los ecosistemas free-to-play, en los que los jugadores obtienen acceso al juego gratis, pero son empujados a gastar dinero en extras con la esperanza de acelerar el progreso, obtener ventajas o mejorar la experiencia de juego.

Así surgen las loot boxes (o cajas de botín), las apuestas por skins y otras microtransacciones que se convirtieron en una característica controvertida de muchos videojuegos y la línea que separa el entretenimiento de las apuestas se ha vuelto difusa. Las cajas misteriosas selladas y otras recompensas similares a las de los casinos, antes consideradas un problema de nicho, se reconocen ahora como posibles factores de adicción al juego entre niños y adolescentes, muchos de los cuales ni siquiera se dan cuenta de que entran el el mundo de las apuestas.

Mientras tanto, las ruedas de la regulación giran con bastante lentitud. A muchos personas adultas, por su parte, también las suele tomar por sorpresa

Trucos de los juegos de azar

Las loot boxes -no muy distintas de las tarjetas rasca y gana de la lotería o de los huevos de chocolate que viene con juguetes de plástico aleatorios- son quizá el tipo más controvertido de recompensas dentro del juego. Los juegos principales, como Candy Crush, Fortnite, FIFA, League of Legends y Final Fantasy, también han dependido de los ingresos de estas "bolsas de botín" y otras microtransacciones para sustentar los costos de desarrollo. Los estudios estiman que para finales de 2025, las loot boxes generarán más de 20.000 millones de dólares en ingresos.

Para los no iniciados, así funcionan las loot boxes:

  • un jugador gasta dinero para comprarla o la recibe de recompensa, sin saber lo que contiene
  • el contenido es aleatorio, lo que convierte en un juego de azar
  • las recompensas raras y muy deseables son intencionadamente escasas, lo que fomenta el gasto repetido

Aquí es donde los paralelismos con las máquinas tragamonedas y las ruletas se hacen imposibles de ignorar. No es de extrañar, por tanto, que esta mezcla de suspenso, recompensa y refuerzo intermitente fomente el gasto adictivo, especialmente entre los jóvenes. El problema se agrava aún más por la accesibilidad de los dispositivos móviles y la falta de controles de verificación de la edad en muchas plataformas.

Mientras que los casinos están sujetos a normativas y requisitos de licencia, muchos videojuegos operan en una zona gris legal. Para los jugadores jóvenes, el riesgo de gasto compulsivo es especialmente real. Las consecuencias pueden ser graves, incluido el desarrollo de conductas de juego y pérdidas financieras significativas, a menudo sin el conocimiento de personas adultas a cargo.

Sitios de juego de terceros y personas influyentes: La situación actual

Las loot boxes no son sólo un problema dentro de los juegos, sino que también generaron un mercado secundario de apuestas, en el que los sitios web de terceros permiten a los jugadores cambiar o apostar por dinero real sus objetos del juego o mejoras, por ejemplo, armas mejoradas, skins, etc.

Estos sitios operan a menudo en una zona gris reglamentaria y están poco o nada regulados. Muchos de ellos no impiden activamente que los menores apuesten, y a menudo los jugadores que pierden dinero disponen de menos recursos.

La conexión entre el juego y las apuestas se ve a menudo reforzada por influencers de las redes sociales que apuntan al público joven. Algunos directamente canalizan a sus seguidores hacia plataformas de apuestas, posiblemente ganando comisiones, y otros son realmente son propietarios de la plataforma, aunque lo revelen explícitamente..

¿Game over? Difícilmente

La línea que separa el juego de la ludopatía es más difusa que nunca, pero los organismos reguladores tomaron nota, por lo que es posible que la industria del juego se enfrente a un ajuste de cuentas en el futuro. Por ahora, sin embargo, la legislación y su aplicación siguen siendo en gran medida esquivas, y las empresas de juego continúan afinando sus tácticas de captación y monetización.

He aquí un resumen de las medidas legislativas adoptadas por algunos países en relación con las cajas de botín y otros extras del juego:

¿Qué se puede hacer?

El problema de las loot boxes, y otras polémicas compras dentro del juego, no va a desaparecer pronto. ¿Qué puedes hacer como padre o madre para ayudar a mitigar los riesgos?

  • Habla con los niños sobre la mecánica en los juegos, ya que es muy probable que no se den cuenta de que están incurriendo en un comportamiento similar a las apuestas. Deben entender la diferencia entre ganar recompensas en un juego y gastar dinero real para comprar objetos al azar.
  • Supervisa los juegos y revisa si tienen loot boxes u otras microtransacciones.
  • Utiliza funciones de la propia plataforma que permiten establecer límites de gasto y restringir o desactivar las compras dentro del juego. Revisa su configuración para evitar gastos accidentales o excesivos.
  • Activa los controles parentales que pueden bloquear el acceso a determinados juegos o compras dentro de la aplicación y/o permitirte establecer límites de gasto o aprobar las compras realizadas.
  • Estate atento a toda su actividad en internet, incluidas los influencers de las redes sociales a los que siguen.
  • Da un ejemplo positivo: aparta la vista de tus propias pantallas y fomenta los pasatiempos offline para reducir el tiempo que pasan frente a la pantalla.

Estas mecánicas de juegos, que se asemejan a las apuestas no son una moda pasajera, así que sea consciente de los riesgos. Para los niños, el juego debe ser una aventura y pueden también ser experiencia de aprendizaje, no una apuesta que puede poner en peligro el bienestar de toda la familia.