En el ámbito de la informática, pocas cosas son tan inquietantes como encontrarse con una pantalla azul de la muerte (BSOD) en su sistema Windows. La odiosa pantalla con sus crípticos mensajes de error invoca una mezcla de alarma y frustración incluso entre muchos usuarios experimentados de la tecnología.
Lo que está en juego es aún mayor cuando una BSOD se produce a escala masiva; es decir, si forma parte de un incidente más amplio que “bloquea” innumerables dispositivos en todo el mundo e incluso interrumpe algunos de los servicios más críticos de los que dependemos cada día. Esto es lo que está ocurriendo ahora con los apagones generalizados atribuidos a una actualización defectuosa de CrowdStrike para dispositivos Windows.
Entender las BSOD
Lo primero es lo primero: ¿qué es una BSOD? Es un error fatal del sistema que obliga a Windows a cerrarse para evitar daños mayores. Puede estar causado por cualquier cosa, desde componentes de hardware defectuosos hasta controladores obsoletos que causan conflictos dentro del sistema operativo, errores graves dentro del sistema o aplicaciones críticas (o, de hecho, sus actualizaciones) y malware.
Cuando se detectan estos errores, Windows detiene las operaciones, muestra la BSOD con un código de comprobación de errores y posiblemente un código QR, y se reinicia para evitar daños en el sistema. Aunque es una señal de que algo va muy mal en el equipo, es mejor evitar el pánico y consultar esta guía de Microsoft. La mayoría de las veces, el problema se puede solucionar y puedes tomar medidas para evitarlo en el futuro.
Además, una BSOD también puede considerarse un recordatorio de la importancia de mantener el software y los dispositivos actualizados. De hecho, comprender la importancia de las actualizaciones de software y actuar en consecuencia es crucial para sus defensas contra las amenazas en constante evolución.
El papel de las actualizaciones de software
Todas las aplicaciones necesitan actualizarse, al igual que el sistema operativo subyacente y el firmware (un tipo especial de software que se conecta al hardware del dispositivo). Aunque para muchos de nosotros estas actualizaciones pueden suponer un dolor de cabeza en cuanto a la productividad o, al menos, una molestia, son esenciales por múltiples razones.
Fundamentalmente, ayudan a mantenerse más seguros. Ningún software es perfecto, y a menudo se descubre que contiene errores, incluidas vulnerabilidades de software que podrían ser explotadas por piratas informáticos. También está demostrado que las vulnerabilidades no parcheadas son el origen de gran parte de las filtraciones de datos.
Por eso son tan importantes los parches que los fabricantes de software envían a intervalos regulares o cuando son necesarios. El año pasado se notificaron más de 29.000 vulnerabilidades, frente a las aproximadamente 25.000 notificadas el año anterior.
Además de ayudarte a mantenerte a salvo de las amenazas que se aprovechan de tus datos personales y financieros, las actualizaciones de software desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de la salud general de los dispositivos. Van más allá de las correcciones de seguridad y también abordan una serie de problemas, errores y fallos, añaden nuevas características y funcionalidades, mejoran la duración de la batería y mejoran el rendimiento del sistema.
Los riesgos de las actualizaciones de software
Lo más importante es que las ventajas superan con creces los posibles riesgos. Aun así, las actualizaciones de software pueden introducir nuevos problemas. Por ejemplo, en ocasiones pueden causar conflictos o interacciones inesperadas con las aplicaciones o el software del sistema existentes, o puede que no siempre funcionen bien con los componentes de hardware más antiguos. También pueden afectar a la estabilidad del sistema, dando lugar a errores y, en última instancia, incluso provocar retrocesos que proporcionen una red de seguridad si una actualización reciente ha causado problemas.
Un tanto irónicamente, las propias actualizaciones pueden introducir nuevas vulnerabilidades de seguridad que podrían ser explotadas por atacantes antes de que sean parcheadas en actualizaciones posteriores. Además, y como ha demostrado repetidamente la investigación de ESET(aquí hay sólo un ejemplo reciente), los atacantes sofisticados pueden subvertir el propio mecanismo de actualización para distribuir actualizaciones falsas.
Reflexiones finales
El software dirige el mundo hoy en día, y mantener tu software actualizado es una de las estrategias más efectivas para proteger tu vida digital. Cuando lo hagas, recuerda descargar las actualizaciones de fuentes oficiales, no haciendo clic en enlaces de correo electrónico o anuncios. Y la próxima vez que sientas la tentación de ignorar o posponer la instalación de actualizaciones de software, recuerda por qué son tan esenciales.