Las fuerzas de seguridad siguen siendo parte integrante de la lucha contra adversarios ágiles y cada vez mejor dotados de recursos. Los consumidores y las empresas deben seguir mejorando sus defensas, mientras que los proveedores de servicios tiene que desempeñar un papel importante en la investigación de amenazas emergentes, en incorporar protección a sus productos, e, incluso, en ayudar a la policía a vigilar, desbaratar bandas criminales y, en última instancia, enviar el mensaje de que la ciberdelincuencia no es rentable.
5 tendencias de la ciberdelincuencia a tener en cuenta
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Los Estados se alían con los ciberdelincuentes
Durante años, las actividades patrocinadas por el Estado y la ciberdelincuencia fueron áreas muy distintas; la primera giraba en torno al ciberespionaje y los ataques destructivos con fines geopolíticos y militares, y la ciberdelincuencia se centraba solo en ganar dinero.
La Agencia Nacional contra el Crimen del Reino Unido —NCA, por sus siglas en inglés— observa cada vez más una convergencia entre ambas. No solo se manifiesta en el hecho de que algunos actores utilicen técnicas de ciberdelincuencia para robar dinero para el Estado, sino también, en que algunos gobiernos hacen la vista gorda ante las actividades del ransomware y otros grupos.
“En el último año, hemos empezado a ver cómo Estados hostiles empiezan a utilizar a grupos de delincuencia organizada —no siempre de la misma nacionalidad— como apoderados”, advierte el jefe de la NCA, Graeme Biggar, y agrega: “Es una evolución que nosotros y nuestros colegas del MI5 y de la policía antiterrorista estamos observando de cerca”.
No es la primera vez que los expertos, entre los que nos incluimos nosotros mismos y HP, entre otros, observan un vínculo cada vez mayor entre la delincuencia organizada y los Estados nación. De hecho, hace solo tres meses, investigadores de ESET escribieron sobre el interesante caso del grupo apodado Asylum Ambuscade, que se mueve entre el crimen y el espionaje.
Si la estrategia se generaliza, dificultará la atribución de las brechas, a la vez que podría dotar a los grupos delictivos de conocimientos más sofisticados.
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El robo de datos alimenta una epidemia de fraude
En el Reino Unido, el fraude representa ya el 40% de todos los delitos, con tres cuartas partes de los adultos como objetivo en 2022, ya sea por teléfono, en persona o en línea, según la NCA. Esto se debe, en parte, a una avalancha continua de datos comprometidos que fluyen hacia los mercados de la darkweb. Europol va más allá, afirmando que los datos son la “mercancía central” de la economía de la ciberdelincuencia, alimentando la extorsión (por ejemplo, ransomware), la ingeniería social (por ejemplo, phishing) y mucho más.
Cada vez más, los datos que se venden en estos mercados no son solo información estática, —como son los datos de tarjetas—, sino que se recopilan a partir de múltiples puntos de datos extraídos del dispositivo de la víctima, afirma Europol.
La cadena de suministro de la ciberdelincuencia, desde el robo de datos hasta el fraude, puede implicar a muchos agentes distintos, desde los intermediarios de acceso inicial (IAB) y los hosters a prueba de balas, hasta los vendedores de contraprogramas antimalware y servicios de cifrado.
Esta economía basada en los servicios es sorprendentemente eficaz. Sin embargo, la NCA afirma que estos servicios profesionales también pueden ayudar a las fuerzas del orden al “proporcionar un rico conjunto de objetivos que, cuando se desbaratan, tienen un impacto desproporcionado en el ecosistema delictivo”.
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Las mismas víctimas suelen ser objetivo de múltiples ataques
La forma en que funciona el cibercrimen hoy significa que incluso las organizaciones que acaban de sufrir un ataque no pueden respirar aliviadas porque lo peor ya ha pasado. ¿Por qué? Porque los IABs venden a múltiples actores de amenazas acceso a las mismas organizaciones —normalmente no hay un acuerdo de exclusividad escrito en los tratos. Esto significa que el mismo conjunto de credenciales corporativas comprometidas podría estar circulando entre múltiples actores de amenazas, afirma Europol.
Los estafadores también están mejorando a la hora de maximizar sus ganancias de las víctimas. Pueden ponerse en contacto con ellas después de haberles robado el dinero, haciéndose pasar por abogados o policías, y ofrecer ayuda a la empresa de la víctima, a cambio de una comisión.
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El phishing sigue siendo eficaz
El phishing ha sido uno de los principales vectores de amenaza durante muchos años, y sigue siendo una de las vías favoritas para obtener nombres de usuario e información personal, así como para desplegar malware. El ser humano sigue siendo el eslabón más débil de la cadena de seguridad, afirma Europol: junto con el protocolo de escritorio remoto (RDP) por fuerza bruta y la explotación de los fallos de las VPN, los correos electrónicos de phishing cargados de malware son la forma más común de obtener acceso inicial a las redes corporativas, según el informe.
Por desgracia, hay pocos indicios de que los atacantes vayan a cambiar de táctica, mientras el phishing siga siendo tan eficaz. El uso generalizado de kits de phishing ayuda a automatizar y bajar la vara para los ciberdelincuentes menos capacitados técnicamente. Europol también advierte de que ya se están desplegando herramientas de IA generativa para crear vídeos deepfake y redactar mensajes de phishing de aspecto más realista.
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El comportamiento delictivo está cada vez más normalizado entre los jóvenes
Los sitios de la darkweb siempre han sido un lugar para comerciar con datos robados y herramientas de hacking y también conocimientos. Según Europol, los usuarios que buscan y reciben recomendaciones sobre cómo evitar ser detectados y cómo hacer más eficaces sus ataques, siguen persistiendo. Tutoriales, preguntas frecuentes y manuales prácticos ofrecen ayuda sobre campañas de fraude, blanqueo de dinero, explotación sexual infantil, phishing, malware y mucho más.
Tal vez lo más preocupante sea el hecho de que los sitios y foros clandestinos —algunos de los cuales operan en la clearweb (o de superficie)— también se utilizan para reclutar sangre fresca, según Europol. Los jóvenes están especialmente expuestos: un informe de 2022 citado por Europol afirma que el 69% de los jóvenes europeos ha cometido al menos una forma de ciberdelincuencia o de daños o riesgos en línea, incluidos el blanqueo de dinero y la piratería digital.
En última instancia, la aplicación de la ley es solo una pieza del rompecabezas. Necesitamos que otras partes de la sociedad pongan de su parte en la lucha contra la ciberdelincuencia. Y todos tenemos que mejorar trabajando juntos, igual que lo hacen los cibercriminales.