Con el objetivo de comprender la importancia que tiene la ciberseguridad para las empresas de América Latina, en la nueva edición del ESET Security Report evaluamos el nivel de preocupación asociado con diversos riesgos: accesos indebidos a los sistemas, falta de disponibilidad de servicios críticos, extorsión, robo o fuga de información, y uso malicioso de recursos e infraestructura.

Del informe surge que la ciberseguridad es un tema que preocupa a las empresas de la región y, según la percepción de los encuestados, el 28% considera que estos riesgos son de máxima preocupación, mientras que el 42% los clasifica como de preocupación alta.

ESR-preocupacion-america-latina-empresas
Resultados del ESET Security Report: Nivel de preocupación que representa para las empresas la ciberseguridad

Para profundizar, vale la pena destacar que la principal preocupación del C-Level, con un 77%, es la falta de disponibilidad de servicios críticos, lo cual claramente se alinea con la continuidad operativa del negocio. Por su parte, para los equipos técnicos (como administradores de Red, analistas y soporte), son el acceso indebido a sistemas (79%) y el robo o fuga de información (79%).

¿Qué medidas de seguridad implementan las empresas?

Ante este panorama, las empresas indicaron que el Firewall es la tecnología más ampliamente adoptada, con un 88% de las organizaciones implementándola, seguida muy de cerca por las soluciones de backup (85%) y de VPN (80%). Respecto de las soluciones antimalware, tienen una tasa de adopción por encima de la media, con un 64%.

Sí llama la atención que ciertas tecnologías avanzadas, como las soluciones de EDR que permiten hacer frente a la constante evolución de las amenazas informáticas y las nuevas técnicas y tácticas usadas para los ataques, tienen un bajo nivel de adopción en las empresas de la región. De hecho, apenas 2 de cada 5 organizaciones encuestadas la implementa.

Por otra parte, si bien el uso de contraseñas débiles es la causa de muchas de las intrusiones a los sistemas mediante ataques de fuerza bruta, solamente el 50% de las empresas asegura contar con un segundo factor de autenticación a pesar de que es una alternativa efectiva para contrarrestar este problema.

Y si bien, ante este escenario, incorporar alternativas que permitan hacer inteligencia de amenazas para conocer a los adversarios y ser más eficientes con la distribución de recursos en seguridad representa un gran paso en la madurez de las organizaciones, apenas 1 de cada 5 empresas de la región cuentan con esta tecnología.

También es interesante analizar que, aunque la fuga de información se constituye como la mayor preocupación de las empresas, apenas el 30% de las organizaciones cuentan con una solución de DLP, la cual ofrece, por ejemplo, la visibilidad de los datos confidenciales de la organización y comprobar si alguien está enviándolos a usuarios no autorizados.

Por último, dentro de las prácticas y políticas de gestión de ciberseguridad más adoptadas, la política de seguridad tiene un 83% de adopción. En contraposición, los planes de capacitación son una práctica de gestión que tiene poca adopción, ya que apenas la mitad de las empresas incluye la capacitación como parte de su plan de acción, y solo el 25% de las empresas realiza más de dos capacitaciones anuales.

¿Es posible trabajar de manera remota y segura?

Lo dicho: la ciberseguridad es una gran preocupación para las empresas de América Latina y es inevitable asociar esto al trabajo remoto, allí donde la superficie de ataque se amplía sensiblemente. La pandemia ocasionada por el COVID-19 aceleró la implementación del trabajo remoto por parte de las empresas de la región.

Hoy, el 62% de las organizaciones encuestadas funciona actualmente bajo un modelo de trabajo híbrido y solo el 3% mantiene un modelo totalmente remoto. Y en este contexto, el 77% considera que empresa sí está preparada para trabajar de forma remota y a la vez segura.

Ahora bien, en un escenario en el que los colaboradores y colaboradoras son parte fundamental de la seguridad de la información de las empresas, los cursos de capacitación (47%) y las charlas internas (33%) son los mecanismos más utilizados por las organizaciones para concientizarlos sobre ciberseguridad.

Y si bien el 51% de los colaboradores encuestados manifestó que recibe capacitaciones esporádicas por parte de su empresa, 1 de cada 5 aseguró que no cuenta con este tipo de formación. Y lo que es más alarmante aún: 1 de cada 4 colaboradores encuestados manifestó no sentirse capacitado en temas de ciberseguridad y apenas el 16% se siente capacitado para identificar posibles ataques.