¿Alguna vez tuviste ese breve momento de preocupación cuando buscas tu teléfono en tu bolsillo y no está? Es una sensación familiar para muchos de nosotros, puede que se te acelere el pulso mientras chequeas rápidamente los demás bolsillos. Después, casi siempre, lo encuentras escondido en su lugar habitual, o recuerdas que no lo llevabas contigo. Es un pequeño recordatorio de nuestra dependencia de estos prácticos dispositivos, ¿verdad? En este blog, vamos a hablar de algunas formas de evitar estos desalentadores momentos de ansiedad repentina.
Rastreadores físicos
Los rastreadores físicos son pequeños objetos de forma circular o cuadrada que utilizan sencillas pilas para permanecer cargados durante mucho tiempo. Productos como Apple AirTag, Tile o Samsung SmartTag son lo bastante pequeños para caber en el bolsillo, en un compartimento secreto del coche o en el equipaje. De hecho, para los viajeros que van con equipaje en trenes y aviones, ha habido ocasiones en que han resultado muy útiles para localizar maletas perdidas. O, si vas mucho en bici, incluso puedes esconder uno en un timbre para sentirte seguro de que tu bici está donde la dejaste (o seguirla si desaparece).
La tecnología Bluetooth y de banda ultraancha (UWB) permite que estos pequeños rastreadores funcionen a través de una frecuencia segura habilitada por el fabricante, que luego utiliza la red de propietarios de etiquetas/teléfonos para localizarlo, con la ubicación del rastreador mostrada en una aplicación, como Find My de Apple o SmartThings Find de Samsung.
Una cosa importante que hay que recordar son las especificaciones de cada fabricante. La AirTag de Apple está diseñada para funcionar exclusivamente con las aplicaciones o dispositivos de su propia marca, por ejemplo, y no sería compatible con un dispositivo Android. También que estos rastreadores dependen de una red de dispositivos similares para ser localizados, ya que no tienen capacidad GPS —que sí son útiles para vigilar cosas que están siempre en movimiento y necesitan actualizaciones periódicas de su ubicación, como los vehículos—.
La otra cara de la moneda (dispositivos de tamaño reducido)
Las mismas capacidades que hacen que los rastreadores físicos sean tan valiosos para localizar objetos extraviados los hacen también vulnerables al uso indebido. Por lo tanto, sería negligente por nuestra parte no mencionar los riesgos potenciales asociados al uso de rastreadores.
¿Y si alguien introduce un dispositivo de seguimiento en su bolso o coche sin su consentimiento? Se han dado numerosos casos de personas que afirman haber sido rastreadas por acosadores que utilizan dispositivos como AirTags. Esta preocupación ha llevado a pedir que se mejore la seguridad de los rastreadores con Bluetooth, sobre todo para impedir su uso indebido con fines de acoso.
En respuesta, Apple y Google se han asociado para frenar este tipo de rastreo no deseado, entre otras cosas mediante el despliegue de nuevas funciones antiacoso para sus productos y sistemas operativos móviles. Por ejemplo, debería recibir una notificación si un AirTag que no es suyo se mueve con usted, independientemente de si posee un teléfono inteligente con iOS o Android.
Además, los dos gigantes tecnológicos están trabajando en una propuesta conjunta de especificación industrial para combatir los riesgos de seguridad asociados al rastreo no deseado mediante dispositivos de seguimiento Bluetooth. Hay esperanzas de que la especificación, que también obtuvo el apoyo de fabricantes de otros dispositivos de seguimiento Bluetooth, pueda finalizarse y las actualizaciones estén disponibles tanto para iOS como para Android en 2024.
Como las tecnologías implican tanto oportunidades como riesgos, es prudente ser consciente de los riesgos potenciales asociados a los dispositivos de seguimiento Bluetooth.
Rastreadores de software
Otro conjunto de herramientas útiles para localizar dispositivos perdidos son las soluciones basadas en software. Estas pueden estar preinstaladas por el fabricante del dispositivo y vinculadas a su cuenta, o pueden ser aplicaciones de terceros, a menudo proporcionadas por empresas de seguridad. Entre las más populares están las que ya vienen instaladas en tu smartphone, como Samsung SmartThings Find o Apple’s Find My. Estas aplicaciones no solo sirven para encontrar tu teléfono; también pueden ayudarte a localizar otros dispositivos, como tu smartwatch, portátil o tableta.
La configuración de estas aplicaciones de búsqueda de dispositivos suele comenzar con la creación de una cuenta que se vincula a tu dispositivo y confirma que eres el propietario. La característica más destacada de estas aplicaciones es su capacidad para mostrar la ubicación del dispositivo en un mapa. Curiosamente, este mapa suele ser accesible a través de navegadores de Internet, una función que también ofrecen algunos rastreadores físicos. Incluso si el dispositivo está desconectado, estas aplicaciones pueden localizarlo, gracias a una tecnología similar a la utilizada en los rastreadores de Apple/Samsung.
Utilizan una combinación de fuentes de datos de localización, como GPS, puntos de acceso Wi-Fi de origen colectivo y torres de telefonía móvil, para proporcionar un posicionamiento preciso. Los propietarios también pueden optar por utilizar aplicaciones y rastreadores de terceros. Algunas soluciones antimalware ofrecen el rastreo de dispositivos como parte de su oferta premium al consumidor, como el uso de funciones antirrobo para localizar su dispositivo a través de un portal en línea o dentro de una aplicación.
¿Existen otras alternativas?
En el pasado, la triangulación de torres de telefonía móvil era el método más utilizado para rastrear un dispositivo, usando varias torres de telefonía móvil para medir el tiempo que tarda una señal en volver a las torres desde un teléfono. Este retardo se calcula en distancia y proporciona una localización bastante precisa del teléfono. Sin embargo, no es tan preciso como los rastreadores GPS, y también es menos preciso que las formas modernas de triangulación que utilizan una combinación de torres de telefonía móvil, Wi-Fi y otros datos, especialmente en zonas rurales, donde no hay tantas torres de telefonía móvil.
Esta alternativa es bastante torpe, y la utilizan sobre todo los proveedores de servicios de telefonía móvil, o las fuerzas de seguridad, para rastrear móviles.
Entonces, ¿cuál es la mejor opción en caso de que se pierda el teléfono?
En primer lugar, instala un software de rastreo en tu teléfono en cuanto empieces a usarlo, así, si el teléfono se pierde, podrás localizarlo con un alto grado de precisión. También es una medida inteligente proteger el teléfono con un bloqueo de pantalla por reconocimiento facial, escaneado de huella dactilar o código de acceso. Esta capa adicional de seguridad puede ayudarte a evitar el acceso no autorizado a tus aplicaciones y cuentas personales.
En segundo lugar, en cuanto tu dispositivo desaparezca, llámate a ti mismo si hay alguna posibilidad de que oigas sonar tu teléfono o si tal vez alguien responda a tu llamada. Del mismo modo, intenta bloquearlo a distancia utilizando la aplicación de rastreo como medida de seguridad adicional.
Si te preocupa que tu teléfono se pierda para siempre, es importante que tomes algunas medidas inmediatas:
En primer lugar, ponte en contacto con tu proveedor de servicios para que bloquee tu tarjeta SIM. Esto impedirá que nadie utilice tu plan de llamadas y datos. A continuación, utiliza la aplicación de rastreo que hayas configurado en tu teléfono para borrar de forma remota todos tus datos. De esta forma, podrás proteger tu información personal de accesos no autorizados. En cuanto a otros dispositivos o equipos, utiliza rastreadores físicos. Lo mejor es utilizarlos para maletas, bolsos, coches. Para los excursionistas, los rastreadores GPS también tienen más sentido que confiar en la ubicación de su teléfono.
En definitiva, el mundo de los rastreadores es muy variado. Procure siempre mantener sus pertenencias a salvo, pero recuerde que si usted o sus dispositivos se pierden alguna vez, ahora dispone de los conocimientos necesarios para localizarlos con mayor precisión.