Cientos de millones de personas nos conectamos cada día a nuestras redes sociales favoritas. Compramos, compartimos fotos y noticias, nos gustan las publicaciones y los comentarios, enviamos mensajes privados y mucho más. De hecho, se calcula que Europa Septentrional y Occidental tienen los mayores índices de penetración de redes sociales del mundo, con casi el 84% de la población.
Pero nuestro uso de estos sitios también es problemático. Compartir demasiado es un problema creciente. Como mínimo, puede molestar a amigos y familiares. En el peor de los casos, puede dar lugar a suplantación de identidad, permitir a los ciberdelincuentes hacerse con sus contraseñas e incluso poner en peligro de robo sus pertenencias personales.
Aunque te consideres un experto en privacidad, los propietarios de las plataformas actualizan a menudo sus sitios web y aplicaciones, por lo que es esencial una vigilancia constante. Con esto en mente, vamos a considerar algunas cosas que sería mejor no compartir en las redes sociales, y por qué hacerlo puede poner en riesgo tu seguridad física y digital o la de tus amigos y familiares.
10 cosas que es mejor no compartir
1. Información personal identificable (IPI)
Los estafadores están siempre a la caza de pequeños datos que puedan unir para crear una identidad con la que estafar. Podrían utilizar esta información para solicitar un crédito en tu nombre o abrir cuentas en Internet. Peor aún, podrían utilizarla para descifrar sus contraseñas y/o preguntas secretas, con el fin de apropiarse totalmente de tu cuenta. Algo tan inocuo como el nombre de su mascota o su fecha de nacimiento deberías mantenerlo en secreto.
2. Planes de viaje
Publicar una foto o una actualización diciendo que estás emocionado por unas próximas vacaciones, podría indicarle a alguien que monitoree tu cuenta que tu propiedad quedará desatendida durante ese tiempo. Lo mejor es no ser muy preciso y no poner nada de fechas. Por la misma razón, es mucho mejor publicar fotos de las vacaciones una vez que estés de vuelta en casa.
3. Datos sobre la ubicación
Como ya hemos dicho, hay un punto en el que la ciberdelincuencia y la delincuencia física se solapan, y ese punto suele estar en las redes sociales. Si un delincuente sabe que una persona va a estar sola en casa, o caminando por una zona remota, o que su propiedad va a estar desocupada, puedes adivinar lo que puede ocurrir a continuación. Mantén tus datos de localización en secreto siempre que sea posible. Además, algunas plataformas de redes sociales pueden etiquetar automáticamente la ubicación de las publicaciones. Compartir eventos familiares o ubicaciones de amigos puede revelar inadvertidamente dónde viven, trabajan o pasan el tiempo.
4. Compras cosas caras
Al igual que ocurre con los planes de viaje, publicar fotos de joyas caras o de un coche nuevo y llamativo puede provocar la envidia de tus amigos. Pero si hay alguien vigilando tu cuenta con planes más oscuros en mente, podría señalarte como objetivo potencial de atracos o robos. Intenta ser prudente a la hora de publicar información sobre nuevas compras o regalos.
5. Fotos de niños
A algunos padres les encanta compartir fotos de sus hijos. Pero, ¿son tus hijos lo bastante mayores para dar su consentimiento? Puede que no les gusten las fotos de bebés desnudos o de niños babeando por todo Internet cuando tengan edad suficiente para pedirte que pares. Por no hablar de los tipos más siniestros que pueden rastrear la web en busca de imágenes de niños. Ni que decir tiene que si estás pensando en colgar imágenes de los hijos de otra persona, pide siempre su consentimiento. De lo contrario, podrías estar infringiendo la ley.
6. Agravios laborales
¿Qué hay peor que te roben una joya cara? ¿Perder el trabajo? Por eso es importante guardar silencio sobre cualquier asunto polémico relacionado con el trabajo. Si quiere desahogarse, hágalo con un compañero o amigo fuera de Internet. Si Recursos Humanos o incluso un compañero descontento descubren que te has estado quejando de tu lugar de trabajo, de tus compañeros y/o de tu jefe, podrías meterte en problemas.
7. Datos financieros
Al igual que en el caso de la información personal, conviene mantener en secreto los datos financieros. Así que nada de publicar datos de tarjetas de crédito o débito. Incluso si la imagen parece demasiado borrosa o lejana para ser vista, podría ser suficiente para dar a los estafadores la oportunidad combinarla con otros datos personales de tu cuenta para cometer un fraude de identidad.
8. Información personal identificable de familiares y amigos
La información que se comparte en las redes sociales suele ser permanente y no todo el mundo se siente cómodo compartiendo en línea sus datos personales o detalles de su vida. Además, no querrás arriesgarte a que tus amigos y familiares sean estafados en Internet. Así que cuida su información personal identificable como proteges la tuya: bajo llave.
9. Regalos en las redes sociales
Las redes sociales están llenas de sorteos y regalos. Frecuentemente son intentos mal disimulados de hacerse con la información personal de los usuarios, o incluso de propagar malware encubierto. Piensa dos veces antes de rellenar formularios en línea y compartir enlaces a sorteos. Si parecen demasiado buenos para ser verdad, efectivamente, suelen no serlo.
10. Conversaciones privadas
Las redes sociales son por naturaleza un foro público, incluso si tu cuenta está relativamente bloqueada. Por eso no es el lugar adecuado para compartir información privilegiada. Si está relacionada con tu lugar de trabajo, es aún más importante no compartirla. Pero incluso si se trata de noticias relativamente mundanas sobre tu grupo de amigos o tu familia, podrían causar angustia y acritud innecesarias si se publican. Si no son tus noticias, no las compartas.
Algunos consejos para estar seguro
¿Cómo puedes evitar compartir más de la cuenta? Ten en cuenta lo siguiente.
- Sé consciente de lo que publicas cuando lo publiques: Piensa siempre (aunque tu perfil esté restringido) si te sentirías cómodo contándole a alguien sentado a tu lado la misma información que estás publicando en Internet.
- Revisa tu lista de amigos de vez en cuando: Es un ejercicio útil para purgar a aquellos que no reconoces o que preferirías que no pudieran ver tus publicaciones.
- Restringe quién puede ver tu lista de amigos y tus publicaciones: Esto ayudará a reducir las posibilidades de que alguien utilice cualquier información que compartas con fines nefastos.
- Restringe el acceso a las fotos: Lo ideal es que sólo puedan verlas los amigos conocidos y los familiares aprobados.
- Activa la autenticación de doble factor ( 2FA) y utiliza contraseñas seguras y únicas: Esto reducirá la posibilidad de que alguien pueda secuestrar tu cuenta, incluso si consigue adivinar o descifrar tu contraseña.
Compartir con nuestros amigos, familiares y contactos es lo que hace que las redes sociales sean tan divertidas y gratificantes. pero también es una fuente potencial de riesgos. No te metas en líos y utiliza las redes sociales con precaución.