No hay duda de que los smartphones se han convertido en una parte esencial de la vida, ya que nos permiten realizar todo tipo de tareas que hacen más fácil y agradable nuestras actividades cotidianas.
Pero aunque su objetivo sea mejorar la conveniencia de los usuarios, es evidente que los smartphones se están convirtiendo en un blanco cada vez más popular entre los ciberdelincuentes.
¿Por qué están tan interesados en obtener acceso a nuestros dispositivos?
1. El smartphone sabe todo sobre nosotros
La cantidad de información almacenada en un smartphone se ha incrementado drásticamente en los últimos años.
La conectividad de las aplicaciones móviles implica que debemos suministrar gran parte de nuestros datos personales, ya sea la información de una cuenta bancaria o cuál es nuestra pizza favorita. Para un ciberdelincuente que se dedica al robo de identidad, un smartphone es una mina de oro.
2. Es una puerta de entrada a empresas y otras organizaciones
La práctica de llevar el dispositivo propio al trabajo (BYOD, en inglés) se ha convertido en una de las tendencias más destacadas para las empresas de todo el mundo.
Una investigación publicada en 2015 reveló que el 74% de las empresas para ese entonces ya habían adoptado o tenían planificado adoptar políticas BYOD, y se estipula que este mercado excederá los USD 350 mil millones para el año 2022. Para los ciberdelincuentes, estos dispositivos son la puerta de entrada ideal para robar información corporativa valiosa.
3. Su seguridad puede ser laxa
El aumento de prácticas BYOD también causó muchos dolores de cabeza para un gran número de compañías en diversas industrias, principalmente debido a las dificultades para desplegar un enfoque unificado de seguridad.
En una encuesta reciente de Tech Pro Research para directores de informática, administradores de tecnología y empelados de TI, el 45% de los encuestados respondieron que los dispositivos móviles representaban el mayor riesgo para la infraestructura de una empresa, donde la razón principal es la naturaleza fragmentada de algunas plataformas móviles.
4. Cada vez se usa más la opción Autocompletar
Una de las razones por las que los teléfonos almacenan tanta información personal es principalmente nuestro deseo de mejorar la conveniencia. Como manejan una gran cantidad de servicios desde sus apps, la cantidad de inicios de sesión distintos ahora es más grande que nunca.
Por lo tanto, el usuario suele buscar la comodidad usando los diversos sistemas disponibles de Autocompletar, que constituyen un riesgo de seguridad en sí mismos. Si se toma esa decisión porque recordar múltiples contraseñas se vuelve un problema, hay una forma de resolverlo sin recurrir al Autocompletar: instala un gestor de contraseñas para almacenarlas todas allí sin tener que memorizarlas.
5. Es una forma de acceder a tu billetera
Los teléfonos pueden utilizarse para transferir dinero, pagar facturas, e incluso como método de pago. Google Wallet, Apple Pay y Samsung Pay son los principales sistemas de pagos móviles, y algunos expertos opinan que esta tendencia continuará durante los próximos años.
Por supuesto, el único inconveniente es que atraigan la atención de los ciberdelincuentes.
6. Los teléfonos saben dónde estás y dónde trabajas
En muchas circunstancias, los motivos por los que se rastrea un dispositivo son totalmente inocentes, como ayudarte a sacar el máximo provecho de tus datos y apps. Por ejemplo, si estás fuera de casa, puedes consultar recomendaciones de restaurantes o negocios cercanos simplemente pasando el dedo un par de veces sobre la pantalla.
Sin embargo, aprovecharse con fines maliciosos de las funcionalidades GPS de un dispositivo no es una tarea tan difícil; por ejemplo, muchos jugadores utilizan este método para hacer trampa en el popular juego de realidad aumentada Pokémon GO. Pero en manos de criminales, un GPS infectado podría ser sumamente peligroso.
7. Bluetooth
Desde hace varios años, el Bluetooth se incluye como una funcionalidad habitual en los smartphones y otros dispositivos móviles. Sin embargo, al igual que el GPS, es un punto de entrada potencial para los ciberdelincuentes.
Los ataques a través del Bluetooth pueden dar lugar al Bluesnarfing (que permite acceder a la información privada del teléfono y extraerla o modificarla) o al Bluebugging (que directamente le puede permitir al criminal tomar el control total del teléfono).
Pero aunque existe un riesgo, estos métodos se están volviendo cada vez más difíciles de aprovechar para los atacantes.
8. Algunas estafas se crearon específicamente para los móviles
Existen muchas tácticas conocidas mediante las cuales los ciberdelincuentes pueden utilizar tu smartphone para conseguir dinero rápidamente. En países como China, por ejemplo, se puede usar malware para acceder a dispositivos y hacer que llamen a números Premium con tarifas extremadamente altas.
Además de ser potencialmente lucrativas, estas estafas también son capaces de extenderse a través de un gran número de dispositivos. Sin ir más lejos, en Latinoamérica vemos varios casos al mes de engaños que se propagan entre usuarios de WhatsApp y otras aplicaciones móviles.
9. Son una excelente manera de enviar spam
Todo el mundo odia el spam. Bueno... salvo los cibercriminales, claro.
Aunque son varias las razones por las que querrían enviar spam, para la mayoría de ellos los smartphones son la plataforma ideal para hacerlo. Esto se debe principalmente a que es mucho más difícil para los proveedores de servicios rastrear y bloquear a los infractores.
10. Los usuarios ignoran los peligros
Muchos de los usuarios más experimentados en tecnología ya están bastante familiarizados con las mejores prácticas cuando usan equipos portátiles o de escritorio, pero los smartphones suelen escaparse de la lista de prioridades.
Es una realidad sorprendente, dado que han sido objetivos de ataque ya desde el año 2004. Hoy en día, no solo los tipos de malware "tradicional" atentan contra usuarios móviles, sino que también hay familias de ransomware diseñadas para sus equipos, y están en continua evolución.
Sin embargo, como ahora la amenaza es más visible que nunca, poco a poco estamos empezando a entender que la seguridad sí importa. Démosle la importancia que merece.