A veces la mejor defensa es un buen ataque, decía el militar polaco Józef Antoni Poniatowski. Y en el mundo de la seguridad corporativa podemos aplicar esta idea al evaluar las defensas propias atacándolas. ¿Cómo es esto posible? Mediante el pentesting, una forma de evaluar la seguridad de un sistema en base a técnicas ofensivas contra sus mecanismos de defensa, para observar su comportamiento y detectar vulnerabilidades o puntos débiles.

En estas auditorías, hackers éticos recorren los entornos para, primero, recolectar toda la información posible sobre los mismos y, luego, detectar posibles agujeros que les permitan infiltrarse y mantener el sistema comprometido.

No solo se analizan dispositivos físicos y digitales, sino también el factor humano, para comprobar ante qué engaños o técnicas de Ingeniería Social podrían caer, por ejemplo. A partir de los resultados obtenidos en la auditoría se genera un reporte que servirá como guía para tomar las decisiones necesarias para mejorar la seguridad.

En esta nueva infografía describimos las cuatro etapas de un pentest y te mostramos cómo mejora la seguridad de las empresas.