De seguro, como usuario de WhatsApp, notaste que empezó a aparecer en cada chat un aviso de que los mensajes que envíes y recibas serán cifrados. Esto significa que la compañía terminó de implementar el cifrado de punto a punto que había anunciado en 2014, de manera que las conversaciones sean realmente privadas.

El anuncio confirma que todos los mensajes, incluyendo texto, llamadas, videos, notas de voz y archivos serán cifrados por defecto en ambos extremos de la comunicación; de esta forma, los únicos que pueden acceder a ellos son el emisor y el receptor, dejando a la propia compañía y a intermediarios sin acceso.

"Ni cibercriminales. Ni hackers. Ni regímenes opresivos. Ni siquiera nosotros", dijo la empresa en su blog.

Los fundadores de WhatsApp, que hoy es utilizado por más de mil millones de personas en todo el mundo, describieron el deseo de proteger las comunicaciones privadas como una de sus "creencias básicas". La conexión SSL, además, implica que los datos transmitidos sean descifrados por el receptor solamente cuando los recibe.

El comunicado seguía: "Cada día vemos historias de registros sensibles que son robados o a los que se accede en forma inapropiada. Si no se hace nada, más información y comunicación digital de las personas será vulnerable a ataques en los años venideros. Afortunadamente, el cifrado de punto a punto nos protege de estas vulnerabilidades".

Como reportó Wired, WhatsApp trabajó con una persona de renombre dedicado a la codificación y la criptografía, que lleva el seudónimo de Moxie Marlinspike, para implementar este cambio. Y aunque empezó a llevar adelante este plan en 2013, redobló sus esfuerzos un año después cuando fue contactada por este experto.

Marlinspike es el fundador de Open Whisper, un proyecto de software open source que trabaja con servicios de mensajería para proveer cifrado. También es jefe de seguridad en Twitter y autor del sistema de autenticación Convergence SSL.

La aplicación masiva de cifrado de punto a punto en WhatsApp llega en un momento oportuno y contencioso, tras la batalla legal entre Apple y el FBI en torno al acceso a la información y comunicaciones de usuarios de tecnología durante investigaciones policiales. WhatsApp había sido una de las firmantes del manifiesto que condenaba la presión a la que se sometió a Apple, rechazando la obligación que se le impuso de socavar las funcionalidades de seguridad de sus dispositivos.